APROVECHANDO que era Semana Santa, y que la gente estaba pendiente del cielo, hubo unos recortes por aquí y por allí. Y nos hemos enterado de que el Ayuntamiento no abonará la subvención de 300.000 euros al Cádiz CF, tras haber descubierto que es una entidad privada. Y, ya de paso, que el Trofeo Carranza se disputará a un solo partido, como el año que lo jugaron el Cádiz y el Betis porque le dio lástima a Lopera. Ahora todo lo que pasa es una lástima, muy triste. Como lo único que interesa es recortar, han sacado el hacha de guerra, y sálvese quien pueda.

El dilema de estos tiempos es pagar o no cobrar. Pues si el Ayuntamiento dice que va a pagar una subvención de tantos o de cuantos miles de euros, y después no se cobra, eso no es una subvención, sino una materia de fe. En el caso de la entidad privada del Cádiz CF, se ha visto que, aparte de lo que pueda ocurrir en el futuro, está el pasado; o sea, los compromisos asumidos pendientes de pago. Además hay otras empresas que tampoco le pagan al Cádiz, porque no cobran del Ayuntamiento; y a su vez el Cádiz está en la suspensión de pagos de un proceso concursal. En resumen, se puede deducir que el Cádiz CF ni paga ni cobra. No se ven los euros ni en fotos, y eso es insostenible para una entidad privada.

Si nos ponemos en lo peor de lo peor, podría resultar que el fútbol profesional se perdiera en Cádiz. Eso sería terrible. Nadie le podría decir a Antonio Muñoz "véte ya", porque ya se habría ido de verdad, y no vendría ni Quique Pina. Y entonces ¿para qué serviría la obra del nuevo estadio Carranza? Se supone que el Ayuntamiento lo está construyendo para que juegue allí sus partidos esa entidad privada del Cádiz CF y no sólo para el nuevo hotel, o lo que sea. Y nos quedaría un problema filosófico: ¿qué se puede hacer un domingo por la tarde en Cádiz, si no hay fútbol? La única respuesta que se me ocurre es ir a la playa, pero en invierno no se apetece.

Puestos a cargarse subvenciones, también se debe ponderar lo que aporta el subvencionado. Pienso que se debe empezar por cerrar el grifo a las entidades que no aportan absolutamente nada, antes que meterle mano en la cartera a las tres ces de Cádiz, que son el Carnaval, las cofradías y el Cádiz CF. Es lo único interesante que suele haber en Cádiz, con permiso del Señor de Sipán, que ha venido a esta ciudad, o de La Pepa, que pasa una temporadita en la Casa Pinillos de la plaza Mina.

Una cosa es cargarse los conciertos gratis total en la playa y otra cosa bien distinta sería dejar el Trofeo en un solo partido. Eso es de una miseria y una pobreza que no se había conocido nada más que una vez, desde 1955. Eso es como un aviso de que volverán las cartillas de racionamiento.