Cultura

Perla de Cádiz y del cante

  • Hoy se cumplen 35 años de la desaparición de una de las más grandes intérpretes del flamenco gaditano. Junto al flamencólogo Félix Rodríguez descubrimos algunos hitos de la vida de Antonia Gilabert Vargas

Habla de La Perla con fervor. Con solemnidad. El investigador Félix Rodríguez no sólo compartió con la más grande intérprete del cante gaditano su afición por el flamenco. Compartió reuniones, penas, alegrías. "Vivencias", dice el flamencólogo. De esas que no están en los libros. Y de las que están. Por eso recorremos con Rodríguez algunos de los hitos de la vida de Antonia Gilabert Vargas, La Perla de Cádiz, en el 35 aniversario de su muerte.

"La Perla llevaba el cante en la sangre más que en la cabeza. Llevaba la herencia cantaora de su madre, Rosa La Papera; de sus tíos, Joseíco, Manuela la China, Remedios,…; así como también la llevaban sus primos Manuela la de Charol, Gertrudis, Pilar, Pablo, Antonio, Jineto, Juan Villar, Manoli, Paca…", enumera el autor del libro El arte en la sangre que asegura que "sus principios se forjaron en ese crisol de maestros del flamenco, como es ese barrio de Santa María y, sin darse cuenta, casi sin saberlo, tenía en su voz privilegiada toda la majestuosidad, la esencia, el compás y el duende en su cante".

Cantada, querida, recordada. La Perla. Félix Rodríguez y este periódico no quieren dejar pasar este aniversario sin contar su historia. Resumida, eso sí. Porque siempre hay más que contar.

1924

Nace en ese año, el 9 de junio, en la casa número 28 de la calle Botica. Cinco días después, sus padres la bautizaron en Chiclana, por feria de San Antonio.

1948

El 30 de julio contrajo matrimonio con Francisco Torres Tejada, Curro la Gamba, en la iglesia de la Merced y de este matrimonio nacieron Francisco y José. Curro, su marido, no era partidario de que su Perla se dedicara al mundo artístico (rareza de flamenco) y esto jamás lo hubiera perdonado la afición porque sería una injusticia que su cante hubiese permanecido en el anonimato.

1959

Decide participar en el Concurso Nacional de Cantes de Córdoba y, ante un jurado del tendido, se le concede el Primer Premio de Bulerías y Alegrías. Tanto se comentó su cante, su compás festero y su maestría entre la afición, que la reclamaron para varios tablaos y festivales.

1960

Es contratada en Madrid donde debuta en el tablao Zambra, junto con Manolo Vargas, Pericón, Rafael Romero y Juan Varea, entre otros. En esa época, Madrid era un hervidero flamenco y allí alcanzó rápidamente popularidad debido al éxito de sus actuaciones porque su cante era de una categoría y dulzura poco conocida y graba con la casa Columbia su primer disco compartido con otros artistas: Sevilla, cuna del arte flamenco. En ese mismo año comparte un espectáculo con Beni de Cádiz, Cantamos con el corazón, con Manuel Soto Sordera, Juanito Maravillas, Félix de Utrera, … Juntos recorren parte de la geografía andaluza.

1961

Actúa en la desaparecida Cueva del pájaro azul. En el 62, se celebra en el Teatro Villamarta de Jerez, el Primer Concurso-Festival de Arte Flamenco de Cante, Baile y Toque. Decide concursar y le conceden el primer premio especial de Bulerías. En dicho festival se consagra el cantaor Fernando Terremoto de Jerez y el tocaor Paco de Algeciras, hoy Paco de Lucía. Graba su segundo disco, Saeta, con casa Hispavox. Posteriormente la contratan los tablaos sevillanos, El Guajiro y Los Gallos donde canta por bulerías, alegrías, romeras, tientos, fandangos, seguiriyas, soleas, romances, etc. En Los Gallos una noche la visitaron la Niña de los Peines y su marido Pepe Pinto, los cuales, al terminar su actuación, le dijeron que su compás y su jipío, eran únicos y que era una reina del cante. A finales de ese mismo año graba con la casa Hispavox dos discos, Cante Flamenco I y II.

1963

Vuelve a Madrid contratada por Manolo Caracol para su tablao Los Canasteros, que inaugura con La Perla de Cádiz, Fernando Terremoto y María Vargas en el cante, Trini España en el baile y Melchor de Marchena y Paco Cepero como tocaores. Dentro de ese elenco de primerísimas figuras ella destaca, y era el comentario del mundo flamenco madrileño. Antes de comenzar en este tablao, recorre escenarios de toda España.

Al año siguiente, su cante sonaba tanto en Madrid que la contrata Pastora Imperio y su yerno, Gitanillo de Triana, para su tablao El Duende y sus primeras actuaciones son publicadas en la prensa madrileña a toda página, los nombres de cuatro ases de oro del flamenco: Perla de Cádiz, Camarón de la Isla, Trini España y El Güito. Ese mismo año graba el disco Mi niño torero, con la casa Fontana. En esa década de los 60, era una artista reclamada en los festivales más importantes dentro y fuera de Andalucía.

Después de tres temporadas en los tablaos madrileños, interrumpe sus vacaciones de verano y actúa en el Cortijo de los Rosales (verano 1965), en la Velada de la Prensa y don Antonio Martín de Mora, le concede la Rosa de Oro. Graba otro disco con el título La verdad del cante Flamenco con Zafiro. En septiembre de ese mismo año comparte cartel con el Brujo del Carnaval, Paco Alba, trío Los Jinetos, Porrina de Cádiz, Farina de Chiclana, Los Hombres del Mar, Guarino, Pablito de Cádiz, Niño de los rizos,… en un evento denominado Gran Parada Gaditana.

1966

Vuelve al tablao madrileño El Duende y graba dos nuevos discos con la casa Columbia, con los títulos de Alegrías y penas de Córdoba, en el que canta acompañada del piano y Toros en el Puerto y en Jerez.

1968

Le conceden el Primer Premio del I Certamen de los Cantes de Cádiz. Un galardón que le entregó el gran cantaor Aurelio Sellé en una gala presentada por Joaquín Prats y Aurelio de la Viesca. Ese mismo año asiste de forma desinteresada a la Olimpiá Flamenca de Barcelona, un festival que duró 18 horas a beneficio de la comunidad gitana de Barcelona. A finales de ese mismo año inaugura su venta-tablao: La Perla de Cai, en Valdelagrana (Puerto de Santa María), por donde pasó toda la flor y nata del flamenco: Caracol, Mairena, Terremoto, Juan Villar, Camarón, Rocío Jurado, Marife,… Sus actuaciones eran reclamadas por el público como broche de oro. Aquello fue un santuario del flamenco hasta que, debido a un accidente, el establecimiento tuvo que ser cerrado en el año 1972.

1970

Actúa en el hotel Meliá Caballo Blanco a beneficio de la Cruz Roja, junto con la gran bailaora Trini de España y Raphael, entre otros.

1972

Vuelve a la capital de España, contratada por el tablao Torre Bermeja, compartiendo cartel con Camarón, José Mercé, Rancapino, Cepero y Habichuela, entre otros. La magia de su cante siembra la atención en sus actuaciones y, en ese mismo año, graba con la casa Belter los que serían sus últimos dos discos: Tronío Gitano y Tangos del dinero.

1973

Ingresó en el Hospital de San Juan de Dios de Cádiz y es intervenida de un tumor en la mama.

1974

El 10 de enero recibe un gran homenaje en reconocimiento a su aportación a favor del Arte Flamenco, en el desaparecido Teatro Andalucía de Cádiz. Este festival fue organizado a iniciativa mía (Félix Rodríguez) y organizado junto con su marido Curro para el que contamos con la colaboración de los grandes artistas, quienes no dudaron en acudir gratuitamente. Fue el mayor espectáculo flamenco de los últimos 50 años que se ha celebrado en Cádiz, indicando yo en el cartel, que se celebraba con la colaboración de la Peña Flamenca Enrique el Mellizo, a la que yo pertenecía como directivo. En dicho festival La Perla recibió la insignia de oro de la peña, de manos del entonces presidente de la entidad. Paquera, Fernanda, Camarón, Terremoto, El Beni, Campuzano, Fosforito, Pansequito, Bernarda de Utrera, Chano Lobato, La Sallago, Paco Solano, Alfonso de Gaspar, La Inés, José Vargas el Mono, Felipe Campuzano, Orillo del Puerto, en el cante; Pablo de Cádiz y Diego de Margara en el baile; las guitarras de Manuel y Juan Morao, Parrilla de Jerez, Niño de los Rizos, Antonio Núñez, Joaquín del Puerto. El gran cuadro flamenco de El Tablao, Juana la del Pipa, Guarino, la Chicharrona, Jineto, su hermana Manuela la del Barrio, Cuadro de los Viejos de Televisón Española, con Manuel de Jesulito, Pepa Campos, El Berza de Jerez, Angustita del Puerto, Rafael Pablera, y otros artistas que se sumaron a iniciativa propia, una vez que el cartel ya estaba confeccionado, como fueron Agujeta, Matilde Coral, Rafael el Negro, … Todos estos artistas desfilaron por este evento que nunca olvidarán los que allí pudieron asistir. Una semana antes todas las localidades estaban agotadas.

En la primavera de ese mismo año, La Perla actúa en el Parque de los Príncipes, en Sevilla, en un festival titulado La Noche de las Cantaoras, junto con Paquera de Jerez, Fernanda y Bernarda y La Sallago y al baile, Manuela Carrasco. Una vez finalizado el acto, nos trasladamos al restaurante sevillano Colón, donde nadie imaginaba la que se iba a formar, escuchando a estas grandes cantaoras. Algo indescriptible, donde salimos con el sol fuera y de allí nos fuimos a Utrera para continuar la fiesta.

1974

La última actuación para el público fue el día 20 de agosto en la II Noche Flamenca de la peña Enrique El Mellizo, celebrada en el Teatro de Verano José María Pemán. Después de esto vuelve al tablao madrileño Torre Bermeja, regresando en el mes de diciembre a Cádiz para la celebración de la Navidad. Ésa fue la última que celebramos juntos, con la familia Romay. Aquella noche estaba inspirada y cantó todo lo que pudo y lloraba. Parecía que era como si, de alguna forma, quisiera despedirse.

1975

En mayo asiste al bautizo de mi hija Rosa que se celebró en la antigua Piscina Municipal, siendo sus padrinos Fernanda de Utrera y Chano Lobato. Allí fue donde cantó ella por última vez, junto con Fernanda, Chano Lobato, Santiago Donday, María Núñez de Chiclana, El Capullo, Manuel Moneo y un largo etcétera. En muchas ocasiones ella comentaba, cuando venía a mi casa y veía a mis hijas, que le hubiese gustado tener alguna hija para llamarla Rosa como su madre (Rosa La Papera). Y así, cuando nació mi cuarta hija, ya que no pudo ser la madrina, pues Fernanda se adelantó, decidimos llamarla como a ella le hubiera gustado. Este gesto la llenó de emoción aquella tarde.

El día 7 de septiembre de ese mismo año acudimos al festival La Berza Flamenca de Bornos y ella quiso ir a ver a Camarón, a quien él siempre se dirigía como su madrina. Junto con sus primos, la familia Romay. Allí se sintió mal y de vuelta al día siguiente, a las 7 de la mañana, la ingresamos en el Hospital de Mora. Y en unos días, cuando estaba en la plenitud de su fama, fallecía el domingo 14 de septiembre en su casa, en la calle Santa Teresa número 10, donde la trasladaron moribunda a las tres de la tarde. Tenía 51 años de edad. Su muerte conmovió a todo el mundo relacionado con el arte flamenco y a su inesperada despedida asistió una gran multitud de amigos, artistas y aficionados para darle su último adiós.

1976

A título póstumo, en su memoria, recibe el Primer Homenaje en la IV Noche Flamenca de la peña Enrique El Mellizo, en el Teatro José María Pemán, actualmente en obras. Una vez acabada la actuación de los artistas, se recitó un poema que había escrito para ella don José María Pemán, con el piano de Felipe Campuzano, y se escuchó el cante de ella con el foco iluminando su gran cuadro cantando "Duérmete, Curro mío…". ¡Lloraba el teatro al completo!

1979

Se funda la actual peña La Perla de Cádiz, en la calle Santo Domingo 22, en su Barrio de Santa María. Fue una iniciativa de sus amigos flamencos Mariqui de Jesulito y su marido Manuel, a la que nos sumamos sus amigos más allegados. Su primer presidente fue José Roldán.

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