Tauromaquia de títeres. El Tío Melones o La corrida de toros es el título de la exposición fotográfica que en estos días permanece abierta en el Centro Cultural Buenavista de Madrid, una muestra original de Juan Ortiz de Mendívil que reúne en una veintena de imágenes a los títeres y forillos de temática taurina de la compañía gaditana La Tía Norica. Se trata de un sainete cómico atribuido a Manuel Martínez Couto, quien durante tres décadas fue director del popular grupo gaditano de títeres.

Las imágenes que de forma ampliadas se muestran en esta exposición corresponden al libro Teatro de títeres de Cádiz. El nacimiento de la Tía Norica, que Juan Ortiz de Mendívil publicó en 2003 bastantes años después de haber tomado las fotografías en el Museo Provincial de Cádiz justo antes de que los muñecos se expusieran por primera vez.

"Son imágenes -explica Ortiz de Mendívil- de mucha fuerza plástica que desde el primer momento de la publicación del mencionado libro despertaron mucho interés, y algunas de las cuales se han difundido internacionalmente a partir de una colaboración con una casa de modas japonesa en el año 2009. En la exposición, las fotografías aparecen ampliadas a tamaño A3, y en dos casos se muestran en formato 70 x 60 centímetros impresas en tela, consiguiendo una sorprendente calidad que ha sido muy apreciada".

El autor de las fotografías destaca que Martínez Couto, que había sido cantante de zarzuela, fue un buen amigo del compositor Manuel de Falla, con el que llegó a colaborar profesionalmente, y que desde 1924 dirigió la compañía de títeres La Tía Norica durante cerca de 30 años.

"Probablemente, escribió este sainete cómico, de argumento esquemático e ingenuo, para adaptar la corrida de toros, todas sus suertes y los elementos taurinos a escala de los títeres, de lo que surgió una maravillosa y colorista colección de títeres-toreros y telones para el fondo de las escenas que constituye una maravillosa y original tauromaquia de títeres", destaca Juan Ortiz.

El argumento de este sainete, señala el autor de las fotografías, es "una excusa para poder asistir a una corrida de toros y cuenta que la hija de Melones y de Petrola, Consuelo, está enamorada de Curro, pero el tío Melones (también llamado Tío Pepe) está empeñado en que tiene que casarse con el Posturas, un matador de toros, y se opone al proyecto de su hija, a la que intenta meter en la cabeza su propio proyecto matrimonial. Pero ni el tío Melones ni Consuelo conocen al Posturas, lo que no es óbice para que Melones le escriba una carta proponiéndole su proyecto matrimonial y torero". La historia entra después es un periodo de suplantaciones y confusiones que desembocan en la corrida de toros".

La exposición se inauguró a principios de mes, coincidiendo con la feria taurina de San Isidro, en este centro cultural madrileño situado precisamente en la avenida de los Toreros, cerca de la plaza de las Ventas, y permanecerá abierta hasta mediados de esta misma semana.

Hace unos días, se celebró en esta sala el llamado encuentro con el expositor, en el que Juan Ortiz explicó la génesis de su exposición y los detalles e historia de estos títeres y de la compañía gaditana a la que pertenecen: "Fue un acto muy concurrido y al mismo asistieron interesantes personas del mundo del teatro, la música, la literatura, las artes gráficas, como Jerónimo López Mozo, Salvador Enríquez, Aureliano Cañadas, Consuelo Mejías, Pedro Rabasco, María Ortega o Alfonso López Bermejo".

Ortiz de Mendívil tomó contacto con los títeres de La Tía Norica cuando trabajaba en el Ministerio de Cultura y por sus manos pasó el expediente de compra de los muñecos que había descubierto, olvidados en un cajón, Carlos Aladro. Ortiz trabó relación y amistad con la familia Bablé y realizó un cortometraje sobre la compañía, efectuó un completo trabajo fotográfico en el Museo y editó el libro que, sólo hace unos meses, se incorporó a la biblioteca electrónica del Instituto Cervantes.

Éstas son algunas de las imágenes de la exposición