Entre los registros arqueológicos de los estudios llevados a cabo por Josefa Jiménez Cisneros se encuentran muchos de los temas que siguen teniendo máxima vigencia hoy día. Por ejemplo, el marcado carácter económico del Cádiz fenicio, el mundo o los mundos funerarios, los aspectos numismáticos y el desarrollo de la ciudad... "Por citar un caso, las estructuras de los restos funerarios púnicos encontrados en Hacienda, que se presentaron este año, ya se distinguen en las fotografías de Jiménez Cisneros -comenta Lázaro Gabriel Lagostena-. Los elementos para estudiar todo lo que se ha encontrado ahora están ahí".

En total, la colección de la arqueóloga gaditana -que fue presentada ayer en el edificio Andrés Segovia- consta de 725 fotografías, 164 dibujos, 254 láminas, 20 mapas, 32 diapositivas, 3 planos, 3 croquis, alrededor de 300 calcos epigráficos, 7 documentos, 2 cajas con rollos de películas y un cuaderno de trabajo. Esas son las cifras. Hay una extraña ternura en la dedicación que se observa en los documentos. Los cientos de calcos, por ejemplo, están realizados sobre finísimas láminas de papel de aluminio. Los dibujos de los hallazgos -horno cerámico romano en Puerto Real, estructuras funerarias de inhumación islámica en Jerez, escarabeos púnicos de estilo griego y egipcio... - son minuciosos.

"Hay que señalar, además, que gran parte de este material es inédito. Todo trabajo arqueológico reúne una gran cantidad de información que no siempre se publica, y con frecuencia se pierde", continúa Lázaro Gabriel Lagostena, uno de los coordinadores, junto con Antonio Ruíz Castellanos -que ejerció de mediador a través de su relación con Carmen Jiménez, sobrina de la investigadora-, de todo el proyecto de recuperación y puesta en valor del legado.

La colección -que permanecía hasta ahora en el Seminario Agustín Horozco de Estudios Económicos de Historia Antigua y Medieval- ha pasado ya a formar parte del Archivo de la UCA "para su debida preservación y custodia", donde estará a disposición de todos los investigadores. La cesión de los fondos por parte de los herederos de Jiménez Cisneros se realizó, de hecho, en el convencimiento de que la óptima recuperación y conservación de las piezas sólo podría llevarse a cabo desde el ámbito institucional. La coordinadora de este servicio, Clemencia Cruz, no descartó, asimismo, la posibilidad de organizar una exposición con el material a lo largo del año próximo. Por su parte, David Almorza, vicerrector de Responsabilidad Social y Servicios Universitarios de la UCA, manifestó su satisfacción por esta puesta en valor de un patrimonio particular que generosamente se ha cedido a la institución académica para "hacerlo accesible no solo al mundo de la investigación sino también a toda la sociedad".

La práctica totalidad de los fondos ha sido, además, catalogada y digitalizada y puede consultarse como parte de la Biblioteca Virtual de la UCA. María del Mar Castro, la doctoranda encargada de la iniciativa, comentó al respecto que parte del material donado estaba "bastante deteriorado y corría el riesgo de perderse", a veces debido a las condiciones de conservación y otras, por la "propia naturaleza de los soportes, muy delicados".

Los trabajos de digitalización -que se han llevado a cabo a lo largo de tres años en un proceso que ha incluido la catalogación de los fondos y el tratamiento de algunas de las imágenes - se han realizado "tratando cada pieza de manera individual, en conjunto y maximizada", apuntó la responsable.