-¿Qué se va a encontrar el lector que se sumerja en 'El mapa del cielo'?

-Una historia de amor durante una invasión marciana. Forma parte de mi trilogía victoriana sobre las obras del escritor H.G. Wells. En la primera la trama gira en torno a La máquina del tiempo y en ésta en torno a otra de sus novelas más populares: La guerra de los mundos. Lo que me gustaría aclarar es que se pueden leer de manera independiente.

-¿Por qué este segundo homenaje a H.G. Wells?

-Este tributo es totalmente casual, no premeditado y surgió de manera azarosa, como yo creo que suceden las cosas bonitas de la vida. Se me ocurrió la idea de H.G. Wells delante de una empresa que proponía viajes al futuro y cuando la acabé me vino otra imagen en la que un agente de Scotland Yard llegaba a casa de Wells y le decía: "acompáñeme, porque ha aparecido un cilindro marciano en los alrededores de Londres", que es justo como empieza su novela La guerra de los mundos. Después dela primera parte de la trilogía podría haber escrito algo totalmente distinto, pero me lo había pasado tan bien escribiéndola que sentía que los personajes podían decir más cosas, así que decidí convertir a H.G. Wells en mi Sherlock Holmes particular.

-¿Rendirá homenaje la tercera parte de la trilogía a H.G. Wells?

-Sí. La trama girará en torno a otra de sus novelas más conocidas: El hombre invisible. Tendrá la misma fórmula aunque en cada una de estas tres novelas hago un pequeño 'cameo' para otro escritor de su época. En esta es Edgar Allan Poe y en la tercera aparecerá Arthur Conan Doyle, el 'padre' de Sherlock Holmes.

-¿Desde el principio tuvo la idea de hacer una trilogía?

-No. La primera es tan distinta a lo que se publica en España que tenía mucho miedo de que el público la rechazara, aunque también tenía la esperanza de que la abrazara precisamente por ser algo diferente. Mi objetivo era presentarla a un premio literario. La presenté al premio Ateneo de Sevilla y no sólo lo ganó, sino que fue un éxito, traducida a más de treinta países. Mientras hablaba de ella pensaba que había sido algo tan bonito de escribir y había disfrutado tanto con Wells como personaje, no sólo como escritor, que me apetecía mucho encararlo a una invasión marciana, como ocurría en su novela.

-¿Qué cree que pensaría el joven Félix J. Palma que se buscaba la vida presentándose a certámenes literarios si se hubiera metido en la máquina del tiempo y hubiera visto al Félix J. Palma de hoy que publica en Plaza & Janés, es traducido en multitud de países y hace 'giras' de promoción?

-La verdad es que lo pienso, quién me iba a decir a mí cuando concursaba y estaba todo el día pendiente del teléfono, cogía mi autobús para recoger el premio... Si me hubieran dicho que iba a estar con una novela de éxito en una editorial como Plaza & Janés y publicando en Estados Unidos, con lo difícil que es que un escritor español publique en ese país, me habría parecido mentira. Pero por otro lado estoy contento de que el éxito me haya llegado ahora, cuando llevo ya diez años de trabajo, porque si me hubiera pasado cuando empecé me hubiera creído que todo es muy fácil en la literatura y además me hubiera pillado mucho más joven e inexperto . Seguramente no habría digerido el éxito con la serenidad que puedo digerirlo ahora.

-Comentó en una ocasión que dejó de escribir relatos de ciencia ficción porque no se vendían. ¿Qué actitud tiene ante las modas literarias?

-Dejé de escribir ciencia ficción porque quería vivir de la literatura y me di cuenta de que el escritor profesional de ciencia ficción no existe en este país. Todas las personas que conozco que escriben ciencia ficción lo hacen casi como una afición paralela a su trabajo y yo desde el principio tuve claro que quería vivir sólo de la literatura. No me veía teniendo otro trabajo, llegando a casa y escribiendo por las noches. Por eso nunca llegué a trabajar en publicidad, que es lo que estudié. Empecé a concursar, tuve suerte y empecé a cogerle el truco a los concursos, convirtiéndolo en algo casi mecánico y me di cuenta de que era un modo de vida. La gente se extrañaba mucho de que se pudiera vivir de eso, pero no soy el único caso. En España hay muchos escritores y algunos muy conocidos que han tenido un pasado en el que se han ganado la vida concursando.

-Hablábamos de las modas literarias.

-Me molestan en cuanto a cómo copan las librerías; cómo durante un tiempo sólo se publican novelas casi idénticas unas de otras. Aunque en principio no tengo nada contra las modas, yo nunca he escrito para una moda. Siempre he ido un poco por libre. Este libro es como rescatar las novelas de aventuras de la época victoriana. Ahora hay críticas que me meten dentro de un género que ahora parece que está de moda, que es el steam punk. Son novelas victorianas de ciencia ficción y la verdad es que me gusta mucho y si puedo tener más lectores, pues mejor. Es verdad que estéticamente es un movimiento que me gusta mucho, la estética de películas como 'Wild wild west', una estética que también llaman retrofuturismo.

-¿Le ha tirado ya los tejos algún productor de cine?

-Yo tengo un estilo de escritura muy visual. Lo imagino como una película de gran presupuesto de Wollywood y de hecho muchos de los personajes están escritos según ciertos actores como Johnny Depp, que es tan versátil. En España sería difícil, porque sería una historia de época, con efectos especiales y eso requiere un presupuesto. Estados Unidos hubo una productora que se interesó, pero eso lo lleva mi agente y de momento no hay nada.

-Creo que también le gusta estar en contacto con sus lectores a través de su blog ¿no?

-Me encanta. Hay una comunicación que antes sólo tenía en las ferias del libro. Me puede hacer ilusión una buena crítica en un periódico, pero lo que diga el lector me hace más ilusión. De hecho, parece que la crítica de los periódicos está cediendo poder a los blogueros.