Todo ello ha propiciado que Niño haya vivido un auténtico culebrón de verano, pero que según dijo "por suerte ha terminado con un final feliz". En este sentido, el centrocampista de 30 años explicó que "esta temporada tenía claro que quería jugar en un equipo cerca de mi casa y también que tuviera aspiraciones, como es el caso del Puerto Real".

A pesar de expresar su deseo de abandonar las filas cordobesas, Pablo no lo ha tenido nada fácil, ya que ha tenido que perdonar la mensualidad correspondiente al mes de pretemporada, además de comprar su libertad. Al respecto, comentó que "no ha sido una situación nada fácil para mí, ya que he tenido que forzar mucho, pero ahora quiero olvidarlo y centrarme en el juego".

El refuerzo del jugador nacido en Rota viene a sumar potencial al cuadro de la Villa, que de esta manera ocupa la plaza dejada por el argentino Marco Massoni, que se ha decidido ceder al Manchego.

En cuanto a la trayectoria de Pablo Niño, cabe reseñar su presencia en Primera en las filas del Betis; también ha vestido la camiseta del Cádiz y del Numancia como clubes de superior categoría. Una persona que no pudo ocultar en la tarde de ayer su alegría fue Antonio Cama, que tenía puesta mucha confianza en contar con el futbolista. El técnico se deshizo en elogios a la hora de definir las cualidades del roteño, del que comentó que "es un futbolista que técnicamente es de lo mejor que se puede encontrar en la categoría, estoy seguro que la afición va a poder disfrutar mucho de él". Como anécdota, Cama volverá a dirigir a Niño, algo que ya hizo cuando éste era cadete como componente de la selección gaditana.