La mayoría de votos del gobierno municipal (PP-PVRE) frente a la abstención de los grupos de la oposición (PSOE e IU) bastó para la aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en el Pleno extraordinario que ayer se celebró en el Ayuntamiento.

Así, una vez aprobado inicialmente el PGOU por la mayoría de la Corporación municipal, el Ayuntamiento enviará el documento urbanístico al Boletín Oficial de la Provincia (BOP) para su publicación. A partir de este momento, según anunció en su día el equipo de gobierno, el documento se someterá a información pública por un periodo mínimo de un mes, para que colectivos vecinales, asociaciones y ciudadanos puedan presentar sus alegaciones.

Seguidamente, tanto el PGOU como los informes sectoriales y de alegaciones deberán superar de nuevo un Pleno municipal, que ha de aprobarlo provisionalmente. Superados estos pasos, se enviará a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para su aprobación definitiva, que se hará efectiva con la publicación del Plan en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), según señalaron desde el gobierno local, quien confía en que entre en vigor a lo largo de 2015. En cuanto al debate sobre la aprobación inicial del texto urbanístico, que duró unas dos horas, se puede calificar como intenso pero calmado, sin que las manifestaciones de los ediles salieran de tono ante un asunto tan importante para la ciudad como la aprobación inicial del Plan.

La primera en intervenir fue la delegada de Urbanismo, Marisol Ayala (PVRE), quien se limitó a dar lectura en pocos minutos de un resumen de lo que ya adelantó un día antes en rueda de prensa el portavoz del gobierno municipal, Andrés Núñez. Es decir habló de la regularización de viviendas, cuyos costes de regularización lo fijó en una reducción de un 40% con respecto al anterior Plan; la imposibilidad de corregir las zonas inundables "porque no nos deja la Junta"; el incremento de las zonas verdes; la creación de 17.000 puestos de trabajo durante la aplicación del PGOU; la construcción de unas 18.000 viviendas (unas 5.000 de Protección Oficial) o el incremento del suelo industrial.

Mucho más extensa fue la intervención del portavoz del PSOE, José María Román, quien leyó las reivindicaciones de la Plataforma de Afectados por la Regularización de Viviendas en el que se criticaba al gobierno municipal por las promesas incumplidas con este colectivo. Además, el edil socialista reiteró las escasas explicaciones del equipo de gobierno sobre el PGOU; criticó la política medioambiental y de sostenibilidad que contiene el plan urbanístico o la reducción de suelo industrial. También insistió en que la media del coste para regularizar una vivienda alcanzaría los 40.000 euros y sobre las previsiones del planeamiento de que se legalizarían un 65% de las casas irregulares en un plazo de 10 años. Con todo ello, Román justificó la abstención de su grupo "porque creemos que se tiene que corregir en defensa de los intereses públicos y no tiene nada que ver con lo que nos prometieron en campaña, por lo que se trata de un fraude electoral".

Por su lado, la portavoz de IU, calificó el Pleno "como uno de los más importante de la historia reciente de la ciudad" y criticó a Ayala ante sus promesas cuando estaba en la oposición o ni siquiera formaba parte de la Corporación municipal: "En el pecado lleva usted la penitencia", le dijo. Asimismo, denunció que no haya existido "una participación ciudadana real" para dar a conocer el Plan. También incidió en que aún desconoce cuál es el modelo de ciudad que persigue el gobierno municipal.

El debate lo cerró el alcalde Ernesto Marín dirigiéndose, en primer lugar, a Román: "La fuerza moral y la credibilidad de usted es cero porque todos los problemas provienen del caos urbanístico creado por vosotros los socialistas que habéis mirado hacia otro lado". Así le recordó que al PSOE le tumbaron el PGOU en tres ocasiones. A Rodríguez le dijo que no se había leído el PGOU "y aunque usted considere este Pleno como histórico, le recuerdo que tan solo ha asistido una vez a las reuniones", si bien su compañero de filas Roberto Palmero estuvo en esos encuentros.