Comparsa

Patio las malvas

Localidad: Cádiz

Letra: Jesús David García Palomar y Francisco Javier Trujillo Jiménez 'Paco Catalán'

Música: Francisco Javier Trujillo Jiménez 'Paco Catalán' y Jesús David García Palomar

Dirección: Francisco Javier Trujillo Jiménez 'Paco Catalán'

En 2013: La plateada (cuartofinalistas)

El tipo. Almas del cementerio. 

Las coplas. Entonan correctamente su presentación, de hecho, mejor que en pases anteriores, para dar paso a dos pasodobles con una musicalidad un tanto monótona. Las letras, al menos, tienen más estructura que las de su pase de cuartos. No era difícil. Estructura y poco más. Sigo sin encontrar sentido a la risa que parte la pieza. Quizás me quedo con la primera letra donde quitan importancia a los asuntos carnavaleros, así confiesan que ese veneno "no consigue" que se vuelvan majaretas porque están "por encima de las opiniones de la prensa". Muy bien que hacen, además, en el fondo todos sabemos lo que hacemos bien y lo que hacemos mal, lo que es bueno y lo que es malo. "Carnaval, haz conmigo lo que quieras, trátame como un fantoche, como una marioneta, yo estaré siempre a tu vera", rematan.  El segundo es un pasodoble lacrimógeno donde se relamen con la vergüenza  de un padre de familia que por la noche sale a escondidas a coger los productos caducados de un comercio cuando cierra sus puertas. Cuplé a los muertos que viven entre nosotros como Mario Vaquerizo, Alaska, Iniesta y al que campa por el teatro también, Vicente Sánchez se llama. Bastorro segundo cuplé. El popurrí no me engancha.

EN CUARTOS

Las coplas. Cuerpos sin alma o alma sin cuerpos, aún no lo tengo claro, campan por este patio de las malvas que nos dejan la misma impresión que en su pase preliminar. No más, no menos. Pasodobles que no terminan de desarrollarse con solvencia. En el primero, por ejemplo, con  muy buena intención crítica, no existe ninguna estructura y se van soltando temas como en una ronda de titulares. Se empieza por La Pepa, "y tanto artículo de mierda, la madre que la parió", se termina en el Carnaval Chiquito y el fascismo mientras que paseamos casas apuntaladas, asustaviejas... No sé, todo ahí, al pelú. En el siguiente, la historia es más clara, pero creo que tira un poco del realismo mágico para imaginar cómo las almas van pasando al patio de las malvas en el que, por lo visto, no entran asesinos. Pero llega un tipo que quiere entrar acogiéndose a la ley Parot (¿en serio?) y se le informa que allí sólo se trabaja con la ley del talión. Lo del juicio final y tal, pues al final era mentira. Sin comentarios. En el primer cuplé hay un exorcismo, con su yamentiende... En el segundo, el Papa Benedicto se va porque está harto de no librar un domingo y llega "Paquito" que "se lleva bien con los niños y con los mariquitas" y es un "futbolero empedernido", tanto, que da el cuerpo de cristo "de coco o de tijereta".  El popurrí no termina de remontar la actuación.

EN PRELIMINARES

Las coplas. Almas libres que "saborean el banquete eterno" y que, tan pronto, "se ríen de la vida" como se cabrean con ella y azuzan a los vivos a aprovecharla. La idea no me convence. Buenas voces las del grupo que interpreta un pasodoble crítico contra "el veneno del Carnaval" que lleva a "los carnavaleros" a la locura y hace que "prostituyan sus gargantas". El siguiente para la familia de los hermanos Trujillo, rematando ellos solos la letra. Digamos, que es de interés más íntimo que público. Cuplé con regalitos, uno envenenado para Aragón y otro para 'Los herederos del levante'. El popurrí es para almas perdidas. 

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