Coro

La boutique

Localidad: Cádiz

Letra: Francisco Martínez Mora

Música: Francisco Martínez Mora

Dirección: Francisco Martínez Mora

En 2013: Cai Milenaria (semifinalistas)

El tipo. Dependientes de una exclusiva tienda de chocolate.

Las coplas. Coro para los sentidos, entra por la vista, por el oído y por el olfato. Qué bien huele a chocolate, chiquillo, y qué bonita selección musical la del popurrí. Dulce delicia de presentación con swing de musical. Exquisito. Introducción teatralizada de los tangos donde nos adelantan los temas. El libro Cásate y sé sumisa se lleva la primera letra donde afean la actitud de la iglesia que considera a la mujer como un objeto sin ni siquiera conocer el amor de una mujer.  En el siguiente, más visto, la situación actual del país crea en los ciudadanos un desidia, un miedo a la vida "por no poder trabajar", desidia que deja una hilera de sueños en el camino de todas esas familias para las que "el lunes desde hace tiempo es un día más".  Una muchacha le amasa una caña de chocalate. Doble sentido que se cargan al final para romper en el cuarteto de Los Niños "teto, taretoteto...". Gran bajío el de los chicos en el segundo cuplé donde hacen la peli de Facebook y ni salen. ¿Los volveremos a ver? Quizás sí, quizás no...

EN CUARTOS

Las coplas. Nuevas delicias de Mora. Ácidas en la crítica y dulces en el tributo. Dos tangos para degustar y paladear como la presentación que nos recuerda a las entradas de esos brillantes musicales de Broadway. Con ese swing tan característico. Azúcar para empezar. En código económico, de inversiones y movimientos y de euribor y valores, hablan del Banco de Alimentos de Cádiz, un banco que llena de otro significado estas frías palabras porque su comisión es "que una familia sea feliz". Pero después del gusto agradable otro sabor invade el paladar. La segunda delicia pica. Un tango-historia donde una joven encarcelada por robar (más o menos le disculpan el delito por sus duras circunstancias) escribe una carta al monarca de este país pidiendo justicia "mientras su yerno y su hija estrenan casa en Suiza", le recriminan. Compensadas letras, no nos empalagan pero tampoco son indolentes. Su interpretación, lo mejor. Qué bien cocinado está este coro. A la cocina moderna, de hecho, dedican el primero de los petit cuplés, así que se meten entre los fogones para prepararle un menú a su mujer que lo compara con la cama, "muy poco tamaño y cuando termina me quedo con ganas". El siguiente tampoco es mucho mejor, diría que peor, a las quinelas sobre los premios del Concurso . Qué festín de postín en el popurrí. Monísimo pero  con poquita sustancia. De todas formas, nos deja buen sabor.

EN PRELIMINARES

Las coplas. Presentación con swing y acento  francés (perrillo). Muy alegre, interpretada con mucha potencia (y con mucho chocolate, bombones y tartas por doquier). A la "pobre", "castigada" y "abandonada" Cádiz le cantan en el primer tango donde no bajan el nivel de intensidad de la interpretación. Una Cádiz en un estado tan lamentable que "le sobran ya piropos". En la segunda letra utilizan el juego de espejos entre la inmigración y la emigración . Más original y muy bien enfocada.  Mientras van detallando los sentimientos y emociones de una persona que sale de España para volver a empezar en un país extranjero (inquietud, inseguridad, temor...), rematan, como enfrentándonos a un reflejo, "lo que tú llamas miedo, aquí en España para el inmigrante es la realidad". El teatrito, que cuando antecede a los tangos es un tanto atropellado, toma algo más de soltura en el pie a los cuplés y al popurrí. Las piezas cómicas no son iguales de efectivas. La primera, al Rey y sus caídas y operaciones. La segunda, mejor, a la manía de la alcaldesa de ir "corriendo a todas partes". De hecho, si diera clases de fitness sería Teo, Teo la nerviosa (haciendo un guiño al personaje del cuarteto de los niños). Estribillo rítmico como el popurrí donde caja y bombo cobran mucha presencia imprimiéndole vida a la pieza donde, claramente, se ven los puntos flacos y fuertes de este coro. Su gran baza, la interpretación y un buen gusto musical; su talón de aquiles, las letras. Este popurrí, por ejemplo, apenas dice nada. Menos mal que los tangos sí han dado el nivel.

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