Localidad: Cádiz

Letra: Antonio Rivas Cabañas y Julio Pardo Melero

Música: Julio Pardo Melero y Antonio Rivas Cabañas

Dirección: Juan Lucena Morant

En 2013: Los cabrones (primer premio)

El tipo. Artistas del Circo del Sol.

La final:

Semifinales: Colorida y alegre presentación que suena tan brillante como el sol cuando ilumina La Caleta. Gran pieza inicial, que nos pone las pilas, que nos prepara para este espectáculo que se desarrolla en toda su dimensión en el popurrí donde los equilibristas, malabaristas, magos, payasos y demás circenses gaditanos protagonizan la pieza tanto en la escena como en la pantalla con una proyección. Esta vez, los tangos también acompañan a las composiciones fijas. Así, en el primero arremeten contra aquellos que se meten con los gaditanos que se gastan su dinero en venir al Falla. Escucha, "idiota", deja que la gente alegre sus corazones y que se gaste sus cuatro perras "como le salgan de los cojones". En el siguiente, se rinden ante la evidencia de que no vamos a tener Museo del Carnaval pero sacan pecho con cada verdadero museo del carnaval que hay en cada casa. Cuplé a Ana Botella, está bien, y otro a Telecinco con final para el jurado  pero donde veo innecesaria la proyección. Gran pase, de todas formas.

EN CUARTOS

Las coplas. Juegos de luz y de voces. La Caleta es el circo del sol y el coro de Pardo, como un espejo, refleja sus colores, sus matices. Nos embauca esta presentación. De su delicadeza inicial, a la explosión de alegría final. El cielo, "que nunca es igual", el sol enredándose con el mar, en La Caleta, recreada en una pantalla que dará mucho más juego en este pase. Además de la proyección animada en el popurrí, también se utilizará para el segundo tango. Letra, ésta, de tributo, de honores, de "quitarse el sombrero" para "presentar sus respetos" al niño de San Vicente que sigue "besando al Falla" con el mismo ardor que si fuera "la primera novia". Los piropos a Antonio Martín, que tendrá su estrella en la plaza Fragela, se suceden mientras la pantalla nos muestra algunas de sus agrupaciones más emblemáticas. Antes, un "más difícil todavía", la crisis y la crítica al Gobierno viene, esta vez, con una comparación con la mujer gaditana. ¿Qué ocurriría si gobernara ella? La veo un poco forzada, algunas ideas con calzador para que el paralelismo tenga sentido. Pero, bueno, el fondo es la crítica a los recortes en Sanidad, Educación y al espíritu de lucha y reivindicación que tienen las gaditanas (¿?)Ellos, desde luego, confían plenamente en que si gobernaran las gaditanas "toda España entera levantarían". Los miembros del Congreso salen volando y corriendo en sendos cuplés. Mejor el primero a ese bajío que tienen los circos, que se plantan en un sitio y salta el viento. El segundo, algo peor, con Ortega Cano y su chiquillo. Buen popurrí al circo y circenses gaditanos. Qué conjuntazo, qué armonía y qué belleza. ¡Déjense llevar! 

EN PRELIMINARES

Las coplas. ¡Vengan todos que ya está en Cádiz El Circo del Sol! En realidad, siempre estuvo porque "es La Caleta el Circo del Sol". Qué espectáculo. De playa y de presentación. Los circenses se presentan en dos barquillas que representan los castillos que flanquean nuestra playa, San Sebastián y Santa Catalina, con una proyección de La Caleta con retoques digitales como forillo (que dará mucho juego en el popurrí). Además de la acertada idea raíz que da vida al coro, la música de la presentación es una gozada, además, muy bien interpretada. Delicadeza en el tango. Mucho pianito . Piropo a Cádiz en letra de presentación donde instalan su "carpa" en nuestra ciudad "hasta que quieran los gaditanos". El corazón del Teatro habla por boca de los coristas en la segunda letra. Nos revelan sus deseos: "que lo disfrazaran desde el primer día", no sólo en la Final, que sufre "cuando tras el descanso se va el público",que le duele "hacer grande a gente traidora".... "Vamos a escuchar lo que está pidiendo para que nos dure muchos febreros".  "Más difícil todavía", dicen, para los cuplés, que no me parecen gran cosa. A Teófila omnipresente que está triste porque no tiene  lata de Coca-cola y al presidente de Cataluña que rompe en holoturia. La marimba le da un rollo muy divertido al popurrí que va comparando a los circenses con la manera de vivir del gaditano. Aunque el repertorio va de menos a más, es un gran coro.