El castillo de San Sebastián, fallido epicentro de la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, volverá a abrir sus puertas de forma provisional entre mañana, sábado 8, y el domingo 16 de este mes con el fin de que los ciudadanos puedan conocer la rehabilitación inacabada de este equipamiento. El horario de estas jornadas de puertas abiertas será de 11 de la mañana a ocho y media de la tarde, con visitas guiadas a las 11:30, 12:30, 18:30 y 19:30 horas. Durante esta semana larga funcionará, a modo experimental, un tren eléctrico que conectará el castillo con el acceso al paseo Fernando Quiñones en la puerta de La Caleta. El coste de este viaje será de un euro, ida y vuelta.

El complejo se abrirá de nuevo de manera precaria, pues el Consorcio aún no tiene los permisos administrativos para dar los servicios de agua y electricidad. Cuando se consigan, lo que se espera no tarde en el tiempo, podrá inaugurarse la exposición 'Interiores robados iberoamericanos', una colección fotográfica elaborada por Juan Manuel Vera Borja y Juan Carlos González-Santiago, que ocupará las casamatas de la fortificación, ya rehabilitadas y acondicionadas.

Con estas jornadas el Ayuntamiento pretende que los ciudadanos "disfruten lo poco que nos han entregado del castillo de San Sebastián el anterior gobierno respecto a lo que nos había prometido", indicó la alcaldesa, Teófila Martínez, que lamentó que los problemas técnicos de última hora hayan impedido adelantar estas jornadas de visitas públicas.

Junto a la visión directa de un espacio único en Cádiz y en cualquier otra ciudad, como es el castillo de San Sebastián, la alcaldesa pretende también que los gaditanos "vean las posibilidades infinitas" de esta fortificación, poniendo como ejemplo el desarrollo ciudadano que ha tenido en la última década el castillo de Santa Catalina, que con 300.000 visitas anuales es el espacio urbano que más interés recibe.

Aunque Martínez indica que el Ayuntamiento ya está trabajando con el Ministerio de Medio Ambiente (propietaria del recinto) para continuar con la rehabilitación del castillo y, también, para analizar sus futuros contenidos, la alcaldesa tiene claro que la evidente relevancia que para la ciudad debe tener el castillo obliga a "echar una pensada" sobre lo que se quiere hacer.

"No debemos hipotecar el futuro del castillo con usos inamovibles. Hay que echarle una pensada sobre cuál debe ser su utilización adecuada porque todo lo que hagamos será espectacular. Este es nuestro Guggenheim, que no necesita ser construido, recubierto con piedra, con siglos de historia, rodeado por el mar y que brilla con el sol. El gobierno que lo gestione lo tendrá que mimar, como ha pasado con el castillo de Santa Catalina. Tenemos que ser muy cuidadosos. Debemos ir hacia la excelencia, ser los mejores".

Personalmente, la alcaldesa defiende la instalación en parte de las casamatas de un museo sobre la historia de Cádiz, siguiendo el modelo de las exposiciones de La Caixa, dejando el resto para muestras temporales "de altísimo valor".

En todo caso, para Teófila Martínez hay que trabajar como se ha hecho en otros proyectos de rehabilitación de equipamientos ciudadanos: mediante fases, pero sin parar.