Con la incorporación de la mujer al mercado laboral, la solicitud de plazas de guardería aumentó en la ciudad. Pero la dura crisis económica y el crecimiento del paro está afectando también a este sector.

El presente curso, el número de plazas de guarderías se ha incrementado gracias a la ampliación de las instalaciones del Centro de Educación Infantil El Patio de Zona Franca y a la apertura en enero del CEI Parvulitos Villa Esther, en la calle Almirante Vierna, con 35 plazas. El próximo año, el número de puestos concertados aumentará cuando dejen de ser privados los que quedaban con esta característica en el centro Virgen de la Palma, ya que según la ley, a partir del curso 2011/2012, las guarderías no pueden combinar plazas concertadas y privadas. Es decir, todas deben ser o 100% privadas o 100% concertadas. Además, abrirá una nueva escuela en Astilleros, construida por el Ayuntamiento. La que no se sabe si estará en funcionamiento es la que se está construyendo en la calle Dora Reyes, también por parte municipal.

"Cuando todas las plazas sean conveniadas, nos van a sobrar puestos. En Cádiz no hay tanta demanda porque el nivel de trabajo es muy bajo", señala Pilar Catalán, directora del CEI Virgen de la Paz.

La directora de El Patio de Zona Franca, Purificación González, piensa lo mismo. De hecho, en su centro este año se han quedado plazas de dos años sin cubrir.

"El problema está en que al estar concertadas 100%, nosotros no podemos disponer de esas plazas. Y con la crisis, muchos padres al ver que la subvención no les compensa buscan a algún familiar que se ocupe del niño. Se nota que ha disminuido el poder adquisitivo", comenta con la preocupación de que para el próximo curso vuelvan a quedarles plazas vacantes. Dice que, de momento, han ido muchas familias a preguntar, pero pocas a entregar solicitudes.

Para Pilar Catalán, lo ideal sería que los centros siguieran manteniendo algún puesto privado. "Así podríamos disponer de varias plazas y, además, habría familias de todo tipo, que le viene muy bien a los niños".

Purificación García lanza algunas críticas a la Junta de Andalucía. Entre ellas, el hecho de que la administración no manda personal de apoyo para los niños con necesidades especiales que por ley tienen que acoger en el centro.

Por su parte, Alicia Reyes, de Parvulitos Villa Esther, es más positiva. Su centro abrió en enero y se cubrieron todas las plazas con los menores que estaban en lista de espera en otras guarderías. Cuenta que le costó conseguir financiación pero gracias a Unicaja y a sus padres ha podido poner en marcha junto con su hermano este centro. También ha contado con el respaldo del Ayuntamiento para conseguir la calificación I+E para intentar acceder a alguna ayuda. Está muy contenta con la acogida que han tenido. Para el próximo curso, ya tienen más demandas que oferta por lo que opina que "todas las plazas que se creen siguen siendo pocas".