El Ayuntamiento de Cádiz invirtió 93.000 euros en la puesta a punto del dispositivo Playa Limpia para la celebración de las barbacoas durante el Trofeo. Casi 15 millones de las antiguas pesetas a las que hay que añadir 9.000 euros más de los fuegos artificiales con los que se despide el Trofeo y que incrementan su precio por tener que lanzarse desde una barcaza. Este gasto, no obstante, no se puede achacar directamente a las barbacoas, ya que habría fuegos artificiales aunque éstas no se celebraran.

La principal partida presupuestaria se la lleva el apartado de vigilancia, limpieza de playas y calles adyacentes, apertura extraordinaria de módulos y servicios de salvamento y socorrismo. 75.000 euros se destinaron para estos menesteres. Los servicios extraordinarios de Policía Local y Protección Civil se llevaron 11.974,20 euros. El dispositivo se montó con 39 agentes de Policía Local y tres mandos. La última de las partidas, de 6.000 euros, se dedicó a la campaña de concienciación ciudadana, que en esta ocasión se basó sobre todo en la colocación de carteles en los accesos a la playa indicando las zonas donde estaban permitidas las barbacoas y las recomendaciones a seguir en materia de limpieza y colaboración.

La última edición de las barbacoas ha visto el aumento de las restricciones y solamente se permitieron en los módulos del 1 al 4 de la Victoria y en La Caleta, prohibiendo su celebración en Santa María del Mar y Cortadura. Además, las patrullas de la Demarcación de Costas limpiaron la zona de playa donde no se celebraron barbacoas, lo que redujo el coste de esta fiesta que alcanzó su auge a finales de la década de los noventa y que ahora parece en franca decadencia tras atravesar la barrera de lo meramente familiar para convertirse en un macrobotellón incívico, foco de suciedad y peleas.

El coste de 93.000 euros no parece demasiado elevado teniendo en cuenta que son miles de personas las que siguen acudiendo a pasar la noche en las playas gaditanas durante el Trofeo. No obstante, ese gasto, en una sola noche, para una fiesta que no gusta a ningún partido político y que por la buena imagen de la ciudad debería pasar a mejor vida, sí que resulta llamativo.

Tanto PP, como PSOE o IU, han hecho hincapié durante estos días en la necesidad de racionalizar una fiesta que no es tan tradicional como muchos quieren hacer ver y que durante los úlitmos años ha convertido por unas horas las playas de Cádiz en un inmenso estercolero.