A las diez de la mañana, la ciudad de El Puerto volvía a activar ayer el plan especial con motivo de la motorada, que se mantiene prácticamente igual que otros años. El ya habitual dispositivo con motivo del Gran Premio de España de Motociclismo 2010, se pone en marcha con motivo de la masiva llegada de visitantes. En esas primeras horas, según informaba el concejal de Policía Local, Carlos Montero, no se habían registrado incidencias dignas de mención, ya que el inicio de los controles, se adelantó a la noche del jueves para evitar que las motos accedieron al casco antiguo y en especial a las zonas recién peatonalizadas, como ocurrió en 2009. El blindaje de la zona más céntrica del casco histórico comenzó por la calle Los Moros y fue avanzando hacia Pozos Dulces. A la una de la tarde el centro se había cerrado por completo. A esa hora, el alcalde Enrique Moresco, acompañado del concejal y mandos de las policías Local y Nacional visitaban el epicentro del dispositivo, ubicado en la zona del Parque Calderón.

Terminaban de instalar sus puestos los vendedores ambulantes y las primeros motoristas llegaban al aparcamiento de Pozos Dulces, uno de los cinco habilitados para los vehículos de dos ruedas, independientes de los reservados para automóviles.

Los motoristas comenzaba a llegar con cuentagotas a algunas zonas de la ciudad, en especial a la Ribera del Marisco, Micaela Aramburu y sobre todo la Plaza de la Herrería, donde algunos grupos sentados en las terrazas de los bares degustaban los productos de la tierra. En general el ambiente era relajado, como corresponde a las primeras horas de esta concentración motera, en la que el objetivo básico de las autoridades es "compaginar el disfrute de los visitantes con el descanso de los vecinos", tal como manifestó el alcalde durante la visita a la zona excluida a motos. Este principio, que está dando resultados positivos, abarca todo el término municipal, en cuyos accesos se han instalado badenes para impedir los muchos episodios de conducción temeraria y excesos de velocidad que se daban en años anteriores, a veces con consecuencias dramáticas.

De esta forma, se han instalado en los accesos principales un ejército de 2.000 badenes, para que los motoristas y automóviles reduzcan su velocidad. Los badenes o resaltos están distribuidos en avenidas estratégicas como la antigua N-IV, avenida de Sanlúcar, Bajamar o calle Larga, y se sitúan de forma disuasoria a cien metros unos de otros. Un badén por motero en El Puerto, que si bien causan alguna molestia a los conductores favorecen que la gente no pise el acelerador, lo que constituye la gran prioridad del Ayuntamiento. "Lo principal es garantizar la seguridad de todos los ciudadanos", insistió el alcalde, quien advirtió que "no podemos admitir ni el desmadre ni la inseguridad". En este sentido, el equipo de Gobierno ha aceptado las peticiones vecinales para que se acote la céntrica plaza Peral y la plaza de España, recién reformada, y se ha comprometido a vallar ambos espacios públicos, que en convocatorias anteriores fueron objeto de ruidosas concentraciones.

Aunque la llegada de motoristas fue modesta, se espera que a lo largo del fin de semana se incremente, con motivo del Puente del Dos de Mayo en Madrid y en Portugal, donde el lunes es festivo, de tal forma que aunque está previsto que el dispositivo especial concluya a las dos de la madrugada del domingo al lunes, se podría prolongar un día más si el Ayuntamiento lo ve necesario.

Mientras tanto, toda la plantilla de Policía Local trabajará a el fin de semana en turnos de 50 efectivos. De igual forma, la Policía Nacional destinará 360 funcionarios para reforzar la seguridad, contando con 200 miembros de unidades antidisturbios. Funcionarios de la policía judicial realizarán tareas de vigilancia preventiva y de paisano, mientras la Guardia Civil estará presente en las carreteras interurbanas.

Estos efectivos se complementan con el dispositivo sanitario, formado por una UCI móvil en la antigua Cofradía de Pescadores; otra UCI a la altura del parque de Bomberos (El Juncal); y otras dos ambulancias en Valdelagrana (en el interior de la urbanización y en la Rotonda del Caballo Blanco). Además, habrá una unidad permanente del Consorcio de Bomberos en esa misma urbanización.