Cada año, buena parte de los trece millones de usuarios que el autobús urbano tiene en Cádiz llegan o parten de paradas ubicadas en el casco antiguo. Menos de un kilómetro cuadrado de ciudad con una vitalidad inimaginable en los barrios históricos de otras capitales del país o de la propia provincia. Una vitalidad que, si todo sale bien, se verá incrementada aún más una vez se pongan en marcha todos los equipamientos culturales, comerciales, de ocio y turismo que ya están en ejecución o en proyecto de cara al Doce y en adelante.

Este desarrollo urbanístico del casco histórico de Cádiz deberá llevar parejo una sustancial mejora de las comunicaciones. De cara al coche privado, con más facilidad para llegar una vez entre en servicio el puente de La Pepa, se construyen o proyectan estacionamientos subterráneos en Santa Bárbara, Avenida del Puerto, Hispanidad y Plaza de Sevilla, lo que en conjunto superan los dos millares de plazas. Ya no cabrán más porque se está a punto de llegar al límite en la capacidad que tiene el casco para absorber tanto coche privado.

La apuesta, por ello, debe ir encaminada a potenciar el transporte público: uno, con más autobuses urbanos en las líneas que tienen un servicio más precario (las que circunvalan en todo o en parte intramuros) y, dos, apostando por nuevos medios.

Aquí entra en escena el proyecto del tranvía. Nacido como una apuesta de la Junta de Andalucía para mejorar las conexiones en todo el área metropolitana de Cádiz, ha provocado el nacimiento de una plataforma ciudadana, +Tranvía, que lejos de presionar para conseguir sus intereses ha sido capaz de abrir un debate ciudadano y ha llevado incluso al equipo de Gobierno a plantearse la viabilidad o no del paso del tranvía por el casco antiguo.

A finales de la semana pasada la alcaldesa, Teófila Martínez, informó que el encargo de un estudio de viabilidad para un tranvía urbano. Nada que ver con el tren-tranvía de la Junta al considerar que éste sí resulta inviable por la estrechez del viario gaditano.

Tiene claro la alcaldesa que hay que respetar el derecho de los ciudadanos a utilizar su coche privado. Y más si la apuesta turística de la capital supone atraer a visitantes que viajan en su propio vehículo. "Vamos a estudiar la viabilidad de este medio de transporte porque tiene que ser compatible con todos los usos rodados que actualmente circulan por la circunvalación del casco histórico. La circunvalación del centro es la arteria principal del casco y no la podemos anular (como pasaría con una plataforma como la que necesita el tren-tranvía, exclusiva para este medio)". Se apuesta, si los técnicos lo ven viable, por modelos de tranvía similares a los que funcionan en capitales del norte de europa por cuyas vía pasan coches y tranvías, como en su día ocurrió en la propia Cádiz antes de que desapareciese este medio de transporte público en la década de los sesenta del pasado siglo.

Una novedad en el planteamiento municipal es que se resalta el carácter eléctrico del tranvía "por lo que estamos hablando de menos consumo de energía y de una energía más limpia". La instalación de catenarias, como las que ya se levantaron en Sevilla o se pondrán en San Fernando y Chiclana, podría incluso chocar con la estricta defensa de la Delegación Provincial de Cultura de la ronda de circunvalación gaditana, donde ha prohibido el cambio de los adoquines por el asfalto.

La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Obras Públicas, mantiene por el momento su proyecto de hacer llegar el tren-tranvía hasta la futura avenida de Astilleros. Allí estará la parada término, paralela a la estación férrea, a la que llegarán las dos líneas sobre las que ya se trabaja: Cádiz-San Fernando-Chiclana y Cádiz-Puerto Real-Jerez.

La intención de la Junta era haber llegado hasta la plaza de España. "Era muy buena opción, incluso técnica y suponía una mayor integración del tranvía al llegar al corazón de la ciudad. Sin embargo, en todo lo referido al tranvía metropolitano no queremos hacer nada sin el acuerdo con los ayuntamientos, con los que no queremos polémica. El Ayuntamiento propuso la plaza de Sevilla y, por ahora, allí se quedará", destaca a este diario el delegado provincial de Obras Públicas, Pablo Lorenzo.

En todo caso, la Junta está abierta a ampliaciones posteriores. El propio estudio de impacto ambiental de este proyecto llega hasta la misma plaza de España con lo que, sin en el futuro hay una ampliación, se habrá ahorrado este paso burocrático. Además, la Autoridad Portuaria ya ha dado su visto bueno para el paso del tranvía por su suelo. El trayecto ahora fallido iría por la vía alternativa que desde hace meses funciona por las obras de Canalejas, teniendo la estación término a la altura de Comes.

Que el tranvía metropolitano se quede en la Plaza de Sevilla supone una reducción estimada de 2.300 pasajeros menos por día, una cifra muy considerable pues se calcula que la línea Cádiz-Chiclana será utilizada por unas 20.000 personas/día y la Cádiz-Jerez por 10.000.

En cuanto a la posibilidad de un desarrollo del tranvía urbano, como estudia el Ayuntamiento, Pablo Lorenzo mostró el deseo de la Junta de Andalucía "de firmar un convenio de colaboración si el Ayuntamiento lo estima conveniente, como ya ha pasado con Jerez y Jaén. "El transporte actual no es sostenible, con la competencia de los medios privados. Es necesario tomar medidas. La Consejería se adelanta a esta demanda que posteriormente ha surgido de los colectivos ciudadanos".

El tranvía a Cádiz se encuentra actualmente en fase de análisis de las alegaciones presentadas antes de iniciar el proyecto de construcción. Aunque los plazos son extremadamente ajustados, se espera que la línea Cádiz-Chiclana esté en funcionamiento antes del 2012. Otra cosa en la línea con Jerez, sin fecha por determinar.

La plataforma + Tranvía está trasladando su apuesta por este medio a grupos sociales y políticos. Ahora están trabajando en tres alternativas posibles para el trazado aunque tienen claro que deben ser los políticos y sus técnicos los que cierren el modelo ideal. "Queremos abrir este debate con la esperanza de que no se olvide tras las próximas elecciones municipales (en 2011)".

Desde el sector del transporte urbano se considera, lógicamente al ser una posible competencia directa, que el tranvía es menos efectivo como medio de transporte público, especialmente en una ciudad como la de Cádiz. "Junto al elevado coste que supondría ponerlo en marcha hay que tener en cuenta el impacto urbanístico y, sobre todo, la imposibilidad de poner en servicio alternativas inmediatas, como sí puede hacer el autobús, en eventos que provocan cortes de calles, como Semana Santa o Carnaval".