Cádiz

Fallece Jesús Gargallo, un referente en la lucha por los astilleros

  • El ex presidente del comité de empresa de Navantia Cádiz, que también fue concejal durante dos legislaturas por Izquierda Unida, murió ayer a los 55 años

Cuando Jesús Gargallo decidió dejar a un lado su carrera política, como concejal de Izquierda Unida, dijo en este diario que una de sus misiones desde ese mismo momento iba a ser defender la permanencia de los astilleros en Cádiz y en su Bahía.

La verdad era que esa misión ya la venía ejerciendo desde siempre, desde que comenzó a trabajar en la factoría gaditana. Ayer, tras una penosa enfermedad, falleció a los 55 años de edad. Esta vez, no pudo vencer a pesar de su capacidad de lucha.

La estima hacia la figura de Jesús Gargallo fue ayer patente en toda la ciudad. No sólo quienes le acompañaron en la lucha obrera durante años, sino quienes compartieron con él la vida política y, especialmente, su amor a Cádiz y a su propia historia, lo que le llevó a licenciarse en Historia por la UCA y a recopilar la más amplia documentación existente sobre la vida de los astilleros de la Bahía en este último siglo.

Jesús Gargallo entró como becario en la factoría de Astilleros Españoles en Cádiz. Eran los años de mayor esplendor de la factoría naval en la Bahía, con varios miles de trabajadores en toda la zona. Venía de otra empresa emblemática, Construcciones Aeronáutica, pero en la naval pronto se dejará notar, además de su compañerismo y seriedad en el trabajo diario, su afán por poner su granito de arena en la mejora de las condiciones laborales de sus compañeros. Será, así, durante muchos años y hasta que la enfermedad le impidió trabajar al ritmo por él deseado, presidente del comité de empresa.

Gargallo vivió cinco reconversiones laborales. Él dirigió todas las movilizaciones cuando el entonces gobierno socialista de Felipe González anunció en 1995 el cierre de la factoría naval. Fue contundente en su defensa de la continuidad de esta empresa pero, a la vez, abierto al diálogo lo que sin duda fue fundamental para evitar el colapso social en la ciudad y en la Bahía.

Sindicalista puro, Jesús Gargallo optó por dar el salto a la vida política desde las filas de Izquierda Unidad. Fue candidato a la Alcaldía y permaneció ocho años como concejal de la oposición. Cuando se despidió, quienes estaban en los escaños del gobierno, y la misma Teófila Martínez, elogiaron su capacidad de consenso y un estilo capaz de debatir sin crispación, algo que parece tan complicado en el Consistorio capitalino.

Quienes durante estos años cubrimos la información municipal aún recordamos su capacidad de trabajo y su autoexigencia a la hora de preparar los debates de los plenos, especialmente aquellos que hacían referencia a los presupuestos municipales. Finalmente, en 2003 optó por no presentarse de nuevo a la Alcaldía. Mantenía entonces malas relaciones con la dirección de IU chocando incluso con antiguos compañeros, especialmente cuando se trataba el futuro de la actividad naval en la capital. Dejó entonces la político y retornó, aún con más fuerza, a la vida sindical a la vez que completaba su extenso archivo gráfico y literario sobre la historia del Astillero de Cádiz.

Desde que se conoció su fallecimiento el pendón de la ciudad fue izado a media asta en la balconada principal de la Casa Consistorial, mientras que la alcaldesa Teófila Martínez declaró que la trágica noticia había sido un jarro de agua fría, “porque esperaba que con su valentía y su fortaleza ganara también esa batalla a la enfermedad”.

La alcaldesa añadió que lo recordaría siempre por su responsabilidad y por su buena actitud, y mostró su deseo de que su manera de actuar fuera un ejemplo para los políticos y para los sindicalistas, ya que lo había tratado tanto como concejal de la oposición como presidente del comité de empresa de la factoría de Astilleros de Cádiz.

El diputado y portavoz municipal del PSOE, Rafael Román, afirmó a este diario que fue un hombre “comprometido y consecuente con sus ideas. Los que a veces no hemos estado de acuerdo con él, tenemos que reconocer su lucha por Cádiz y el sector naval allí donde él ha trabajado”.

También el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, destacó su compromiso por defender siempre los derechos de los trabajadores y dijo que merecía su reconocimiento, ya que a ese respecto consideraba que había desempeñado un papel fundamental a la hora de mantener el empleo en la factoría de Astilleros de la capital como presidente de su comité de empresa.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Miguel González Saucedo, también mostró su pesar. Destacó que “fue un buen sindicalista, defendiendo los intereses de los astilleros gaditanos buscando siempre el diálogo y el consenso”. Recuerda cuando, durante la última reconversión naval, “leíamos el coleccionable de Diario de Cádiz ‘Un siglo en papel’ y le comentaba cómo hace cien años se repetían los problemas de trabajo en la factoría y le decía que siempre había sido una ruina. Él me comentó que fue una ruina bien administrada que duró toda una vida y que permitió el mantenimiento de los puestos de trabajo”. Por otra parte, Manuel Pérez Fabra, coordinador local de UPyD, destacó su trabajo “por los derechos sociales de los trabajadores de su empresa como por el mantenimiento de la misma en la capital”.

El último adiós a Jesús Gargallo, que estaba casado con Isabel Vaz, será hoy a las diez y cuarto de la mañana en el Tanatorio de Cádiz, en la Glorieta de la Zona Franca.

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