El pasado día 8, a los 90 años de edad, fallecía Antonio Díaz González, el propietario del Bar Brim, en la calle Compañía, un referente para los más cafeteros desde hace más de 50 años.

Antonio Díaz Orcero, uno de sus hijos, que ya participaba en el negocio, que su padre adquirió en 1956, sigue ahora al frente del negocio, con el compromiso de mantener la misma calidad del producto que ha convertido al Brim en uno de los lugares emblemáticos por la calidad del café que ofrece a sus clientes.

Antonio recuerda que su padre, nacido en Cabezón de la Sal (Cantabria) llegó a Cádiz cuando contaba 12 años y comenzó trabajando en el bar Novelty, en la plaza de San Juan de Dios, entonces a cargo de su tío Pedro, para pasar luego al Sin Nombre, también en la misma plaza, y más tarde al Morante, en la calle Columela, y finalmente adquirir el Brim, decidiendo entonces casarse con Ana Orcero Ferrari, hija del carnicero de la plaza de San Juan de Dios que tenía el local situado en lo que hoy es la confitería La Marina.

Chari Aragón, la esposa de Antonio, destaca que su suegro era vegetariano y que durante más de 20 años se bañó todos los días del año en la Caleta formando parte de un grupo de amigos al que conocían como "los pingüinos".

Antonio dice que no tienen ningún secreto especial para conseguir su afamado café, "seguiré utilizando Catunambú, como hacia mi padre.