"Sorprendida y consternada". Así confiesa sentirse Mercedes Gracia, profesora de Matemáticas y jefa de Departamento en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Cornelio Balbo, tras la propuesta de un expediente disciplinario por parte de la Delegación Territorial de Educación, incoado por la Dirección General del profesorado y Gestión de Recursos Humanos de la Junta.

Aunque esta sanción la conoció la docente a finales del pasado curso, es ahora cuando los sindicatos de enseñanza USTEA, CGT y ANPE la han hecho pública y han decidido crear una comisión de investigación paralela para aclarar una situación que consideran "surrealista, arbitraria, injusta e inadmisible".

Pero remontémonos a los hechos. En enero de 2016, en uno de los muchos controles que la profesora dice que ha pasado el instituto en los dos últimos años, una trabajadora del Servicio de Inspección Educativa requirió a Mercedes que hiciera algunos cambios en la programación didáctica de su materia. "Los cambios eran uno relativo a la Lomce, otro sobre la extensión de las programaciones y el último sobre los criterios de evaluación", explica la docente.

Según la inspectora, el centro no había adaptado a la Lomce la programación de 1º de ESO, algo que la profesora aclaró ya que "había llegado una instrucción con fecha de 9 de mayo de 2015 en la que se recogía que como no daba tiempo a sacar el Real Decreto autonómico, mantuviéramos las programaciones tal y como estaban, salvo en las asignaturas de nueva creación".

Cuenta Mercedes que tras esta circular de la Junta "paré todas las adaptaciones que había hecho hasta el momento, al igual que el resto de departamentos". La respuesta de la inspectora fue que esa norma era ambigua y se podía interpretar como lo hizo la docente y, en general, el resto de centros educativos, pero que "como estaba inspeccionando mi programación, me pedía que la adaptara a la Lomce".

Para ello se dio un plazo que Mercedes sostiene que cumplió, llevando a cabo otros pasos como entregar esos cambios a la jefa de Estudios, hacer resúmenes de la programación y colgarlos en la página web, "por lo que cumplí el requerimiento en el plazo establecido".

La segunda petición de la Inspección sobre la extensión de las programaciones se realizó "mirando las programaciones con la ley por delante. Pudimos quitar algunos renglones entre todo el departamento de Matemáticas".

Por último, en cuanto a los criterios de evaluación, le solicitaron que "se los entregáramos de nuevo a los padres modificados y se colgaran en la página web".

Tras seguir a rajatabla cada uno de los requisitos exigidos por la Inspección de Educación en el mes de marzo, "la inspectora fue sustituida en abril y nadie acudió al instituto a comprobar los cambios". A mediados de junio la directora del IES Cornelio Balbo fue convocada a una reunión en la Delegación de Educación y allí le comunicaron que "había abierto un expediente disciplinario a una persona de su instituto, a la jefa del Departamento de Matemáticas". Cuando la directora preguntó sorprendida por qué motivo, le contestaron que "se ha negado reiteradamente y con chulería a cumplir los requerimientos de la Inspección", señala Mercedes.

La docente niega totalmente los cargos que le imputan, por los que ya ha tenido que declarar oficialmente, y denuncia que hay documentación relacionada con el expediente a la que tiene derecho y no le dejan acceder. "Los cargos no están probados. Yo he presentado un pliego de alegaciones con pruebas documentales, he pedido entrevistas a testigos del centro y he presentado pruebas periciales informáticas". Ahora está a la espera de la resolución, que se hará pública en el plazo de un mes.

Toda esta situación está afectando a Mercedes, que se enfrenta a una sanción que implica la suspensión de empleo y sueldo y hasta un traslado que conllevaría un cambio de residencia. "Siento un gran estrés. Tengo ganas de volver a hacer mi trabajo con normalidad".

Lo positivo que extrae de esta desagradable experiencia la docente es el apoyo que ha encontrado en sus compañeros, sus alumnos y los padres y madres de estos. "Me he sentido muy respaldada. Hay gente que no da crédito a lo que me ha pasado. Nunca hemos tenido ninguna queja en nuestro departamento".