¿A qué suena Vera-Cruz? ¿Cuáles son las notas, los pentagramas, las piezas musicales que interpretadas dirigen al espectador a la función principal de la cofradía, a la ceremonia de subida al paso del Crucificado o a la salida del Lunes Santo? Vera-Cruz suena a Escobar, a motete, a Roberto Domínguez y a agrupación musical (sí, a agrupación musical también). Y desde ayer, los sonidos propios de esta cofradía del Lunes Santo han quedado recogidos en un doble CD editado con motivo del 450 aniversario fundacional.

Con la presentación del trabajo discográfico ayer, la cofradía cumplió "un sueño que siempre ha tenido". "Vera-Cruz ha sido prolífica en patrimonio musical y teníamos una gran producción que siempre quisimos perpetuar en un disco que recogiera ese patrimonio, que muchas veces es el gran olvidado de una hermandad", explica el secretario de la corporación, Juan Manuel Marrero Domínguez. La celebración del aniversario fundacional se vio como la oportunidad de oro para llevar a cabo este proyecto, que comenzó a gestarse en el mes de abril de 2014 con las primeras reuniones con la firma discográfica.

Del amplio patrimonio musical de la cofradía de Vera-Cruz, que cada vez se acerca más al medio centenar de composiciones, el principal baluarte es la marcha Soledad, que compusiera Escobar en 1980. Se trata, además, de la composición más antigua que atesora la cofradía. A ella le han seguido otras nueve marchas, más de una veintena de motetes, otros cantos, himnos y plegarias dedicadas a los titulares y hasta dos marchas de agrupación musical.

Todo ello queda recogido en este disco, en el que destaca la presencia de la versión original de las Estampas de la Vera-Cruz, compuesta también por Escobar y de la que hasta ahora se desconocía su partitura original; del himno de la cofradía Mi Cristo dormido, compuesto hace unos años por Roberto Domínguez; o de los Motetes de las Cinco Llagas, que cada año se interpretan en la noche del Domingo de Pasión cuando el Crucificado es llevado a su paso procesional.

Buena parte de este patrimonio se debe, como destacan en la hermandad, a la figura del actual vicehermano mayor, Juan Manuel Marrero Duarte, que logró en 1980 que Escobar compusiera Soledad y que desde entonces ha tenido una labor muy importante en este apartado, procurando siempre que las composiciones dedicadas a los titulares o a la cofradía suenen en la calle y en los cultos. La música de Vera-Cruz.

En el disco, con el sello Rossini Discos & Muñoz Berros, intervienen la banda de música Maestro Enrique Montero, de Chiclana, que es la que cada Lunes Santo acompaña a la Virgen de la Soledad; la agrupación musical Sagrada Cena; la ensemble Stella Maris apoyada por voces masculinas de la Camerata del Gran Teatro Falla; y la capilla musical Lignum Crucis de San Fernando.

Mil quinientas copias se han editado de este trabajo, que ya ha sido demandado en algunos lugares de España y que refleja con fidelidad cómo suena Vera-Cruz.