Unos dos mil trabajadores sanitarios de Cádiz, Málaga y Huelva pudieron dormir anoche más tranquilos una vez que José Manuel Pascual dejó ayer amarrado con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) un concierto de disponibilidad para la prestación de asistencia sanitaria especializada a los usuarios del sistema público en los seis hospitales que el empresario gaditano tiene en las provincias de Cádiz, Málaga y Huelva.

La buena noticia llega después de que el jueves pasado quedaran rotas del todo las negociaciones entre Pascual y la Junta de Andalucía, algo que sembró el desconcierto y la incertidumbre entre los trabajadores de sus centros sanitarios. 

Motivos que no han trascendido hicieron temer lo peor el jueves. Y tanto es así que el comité intercentros convocó una asamblea urgente de trabajadores en la que ya se acordaron una serie de medidas de presión destinadas a intentar que la Junta firmara para así garantizar los trabajos de estos más de dos mil trabajadores andaluces y evitar el cierre de San Rafael. De hecho, se llegó a convocar una manifestación para el próximo lunes, 23 de noviembre, en Sevilla, frente a las oficinas del SAS y, otra, el miércoles 25. La intención del presidente del comité intercentros de Pascual, José María Manzano, era sacar a las calles de Cádiz a todo el personal que cubre la atención a los ciudadanos en los hospitales de San Rafael, Santa María del Puerto, en El Puerto de Santa María, Virgen del Camino, en Sanlúcar, y  Virgen de la Montaña, en Villamartín. Con esta movilización "queríamos demostrar que muchos gaditanos de la provincia dependemos de ese convenio y que la atención médica quedaría seriamente mermada sin la firma del concierto".

Pero finalmente no ha hecho falta y las movilizaciones quedaron ayer suspendidas después de que a lo largo de la mañana, representantes de Salud de la Junta de Andalucía y de la empresa José Manuel Pascual y Pascual se dieron un apretón de manos que traerá la paz a San Rafael.

Pascual abrió las negociaciones con el SAS en septiembre pasado, un mes antes de que venciera el concierto que estaba vigente hasta el 31 de octubre pasado.

Manzano quiso ayer transmitir su satisfacción por el acuerdo y el agradecimiento a las plantillas de los centros hospitalarios porque "nuestra firmeza y voluntad de movilización en el rechazo al cambio de modelo de concertación que imponía la Consejería de Salud han dado sus frutos" con el cierre de este nuevo concierto de disponibilidad asistencial de los seis hospitales para cuatro años "con una economía como la del 2011, que mantendrá los puestos de trabajo y el nivel asistencial que teníamos antes de las prórrogas".

A esta paz laboral y familiar que ya ayer circulaba por los pasillos de San Rafael se le añaden un par de innovaciones que resultan peculiares. A raíz de este acuerdo entre Pascual y el SAS, los médicos de familia tendrán la facultad de enviar enfermos directamente al hospital de Santa María del Puerto de El Puerto. Y otra peculiaridad radica en que, gracias a este acuerdo, la unidad de convalecencia de Pascual de Villamartín quedará recogida en el concierto. De esta manera, una unidad que ha estado asistiendo a muchos enfermos que necesitaban una recuperación más intensiva desde hace casi cuatro años quedará recogida en este convenio sanitario.

Pascual abrió esta unidad de convalecencia en unas dependencias anexas al hospital comarcal Virgen de las Montañas.

"Felicitamos a todos los trabajadores y a José Manuel por la unión que hemos mantenido en conseguir este concierto de justicia, que beneficia el empleo y la asistencia hospitalaria de los andaluces", insiste José María Manzano que ayer no podía ocultar su satisfacción. "Todos ganamos. También felicitamos a la Junta de Andalucía por este concierto, porque significa que han cumplido con su palabra de mantener los más de 2.000 puestos de trabajo y la asistencia a una población cercana a los 500.000 andaluces".