Provincia de Cádiz

Cádiz camina ya por el Coto de Doñana

  • Las primeras ocho hermandades de la provincia cruzaron ayer de una orilla a otra del Guadalquivir Hoy lo harán las de Sanlúcar, El Puerto y Jerez

Ocho de las once hermandades rocieras de la provincia que cruzan cada año el río Guadalquivir por la playa sanluqueña de Bajo de Guía están pisando ya las arenas de Doñana, camino de la aldea almonteña. Los romeros de La Línea, que llegaron a Sanlúcar el lunes por la tarde, fueron los primeros en atravesar el río en la mañana de ayer. A continuación lo hicieron los rocieros de Chiclana y San Fernando, que también durmieron la noche anterior en la ciudad, concretamente en la playa de Las Piletas. 

Ya hacia las doce del mediodía le tocó el turno a la hermandad de Arcos. La joven corporación rociera de Chipiona cruzó el Guadalquivir poco tiempo después y cerraron la primera jornada de embarque en Bajo de Guía las hermandades de Rota, Puerto Real y Cádiz, por este orden. Hacia las ocho de la tarde ya habían pasado de una orilla a otra del río las primeras ocho hermandades rocieras de la provincia, tal y como estaba previsto.

 

El delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil, visitó el Puesto de Mando Avanzado del Plan Romero habilitado en Bajo de Guía para supervisar el dispositivo de seguridad que estará operativo durante estos días. Destacó que la jornada estaba transcurriendo sin incidencias graves, teniendo en cuenta que año tras año el primer día de embarque suele ser "más tranquilo" que el segundo, reservado para las hermandades de Sanlúcar, El Puerto y Jerez, las más nutridas de Cádiz. Dispositivos de seguridad y sanitarios de la Administración central, la Junta y el Ayuntamiento sanluqueño trabajan coordinados para que el embarque se desarrolle, efectivamente, con normalidad.

 

López Gil, que explicó las novedades de este año para "mejorar la aplicación del Plan Romero" en la zona, subrayó que las acreditaciones personales de los romeros de las distintas hermandades permitirá "controlar mucho más el acceso", habida cuenta del "problema" que generó en la pasada romería el tránsito de "turistas" en el embarque. De este modo, los romeros que disponen de su acreditación como tales tienen prioridad para pasar junto al Simpecado de su hermandad, sin que los curiosos pierdan la posibilidad de utilizar las barcazas de la Armada disponibles para desplazarse hasta la orilla de Doñana y regresar a la de Bajo de Guía en la misma jornada. 

 

Efectivamente, la playa sanluqueña reúne año tras año a numeroso público que no quiere perderse la oportunidad de disfrutar del paso de las hermandades de Cádiz por el Guadalquivir, todo un espectáculo que los devotos anfitriones y visitantes viven como una auténtica fiesta. La mayoría se conforma con contemplar esta parte del camino rociero en el entorno de Bajo de Guía, pero los hay también que no dudan en acompañar a los peregrinos hasta "la otra banda", como es conocida popularmente la orilla onubense en Sanlúcar, para despedirlos en las arenas del Coto.   

 

Las previsiones del Plan Romero apuntan a un incremento de "entre el 6 y el 12%" en el número de peregrinos gaditanos que atravesarán el río en esta romería, de acuerdo con las credenciales expedidas para los vehículos que llevan las distintas hermandades. De confirmarse estos cálculos a última hora de hoy, la cifra total de rocieros superaría los 8.000. El delegado del Gobierno manejaba ayer por la mañana datos que le permitían hablar de un aumento incluso superior, de alrededor de un 30%, algo que calificó como "muy positivo".

 

El tiempo acompañó en la primera jornada de embarque, a diferencia del fuerte calor de años anteriores. El poniente que soplaba en la costa sanluqueña se encargó de suavizar las altas temperaturas del soleado día de primavera con el que recibió la ciudad a los primeros devotos de la Blanca Paloma.

 

La jornada de hoy comenzará bien temprano con la hermandad de Sanlúcar, que tiene previsto iniciar su embarque a las siete de la mañana. La carreta del Simpecado cruzará el río hacia las once. Ya por la tarde, concretamente a partir de las tres y media, atravesarán el Guadalquivir los romeros de El Puerto. Dos horas después lo hará la hermandad jerezana, que  inicia esta mañana una nueva romería con una comitiva cuyos números suben este año tanto en vehículos de tracción mecánica como en peregrinos. Serán alrededor de 1.500 los que hacen el camino con la hermandad repartidos en 15 carros, los mismos que en 2014, y en 205 vehículos, de los que 40 son tractores y el resto, todoterrenos. Estas cifras suponen una treintena más de vehículos en comparación con la pasada romería.

 

Ayer, un poco mas tarde de lo habitual, a las 10:00 horas, comenzó la tradicional misa de romeros que la Hermandad de Puerto Real celebra antes de su salida. Los hermanos y muchos vecinos se dieron cita en la capilla del Rocío. El padre Manuel Gómez, que este año acompaña a los hermanos en el camino, ofició una eucaristía en la que los nervios de los que se marchan se mezclaban con las lágrimas de los que se quedan.

 

Alrededor de 120 romeros realizan este año el camino con la hermandad puertorrealeña que emprendía su recorrido con las visitas habituales antes de su partida. La primera de ella en la parroquia de San benito Abad, donde el simpecado recibía su primera ofrenda floral. La Prioral de San Sebastián fue el segundo templo que visitaron para encomendarse a la patrona, la Virgen de Lourdes. Especial volvió a ser el paso de la hermandad por el colegio La Salle, donde los pequeños del centro salieron a la puerta para despedir a los peregrinos y cantar, junto a ellos, la Salve Rociera. Mientras tantos, decenas de vehículos esperaban en la avenida de Méjico para iniciar el recorrido que les llevó hasta Sanlúcar.

 

La Hermandad de Arcos inició ayer su peregrinar arropada por el pueblo tras cumplir con la misa de romeros, que se celebró a las siete y media de la mañana, en la parroquia de San Francisco. Numerosos fieles no quisieron perderse el acto, que presidido por el sacerdote Antonio Jesús Jaén Rojas. Uno de los momentos más emotivos fue cuando un grupo de niños de La Salle cantó la Salve mariana, al final de la Eucaristía. Tras la salida del templo, el Simpecado del Rocío realizó, antes de partir hasta la aldea, una procesión por las calles del municipio serrano, acompañado de devotos. Tras este camino llegó a las explanadas del recinto ferial, donde se unió a la comitiva de remolques y carrozas para dirigirse a Sanlúcar, donde protagonizaron el tradicional embarque. El alcalde, José Luis Núñez, acompañado de otros ediles quiso acompañar al séquito por las calles del pueblo, al igual que miembros del Consejo de Hermandades de Arcos, encabezados por su presidenta, María Nieves Sánchez. 

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