Demarcación de Costas, Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Cádiz mostraron ayer en la Junta Rectora del Parque Natural de la Bahía de Cádiz su intención de trabajar de una manera "decidida" para que el Molino de Mareas del Río Arillo sea restaurado y pueda tener un uso público.

El delegado provincial de Medio Ambiente, Federico Fernández, llevó esta propuesta a la Junta Rectora con el objetivo de que se ponga fin al embrollo burocrático y legal en el que se encuentra esta construcción que data del siglo XVIII y que hasta hace unos años perteneció a la Unión Salinera.

Una de las cosas que se vio es que ya se conocen los derechos y obligaciones de esta salinera con respecto al molino de mareas y una de ellas era su conservación.

Asimismo, Costas se ha comprometido a enviar el proyecto de rehabilitación que realizó al resto de las administraciones con el objetivo de tratarlo con más profundidad en reuniones futuras.

El embrollo legal al que se ha visto sometido el Molino de Mareas ha sido tremendo en prácticamente dos décadas. En el año 1998 el ayuntamiento realizó el primer requerimiento sobre el molino, iniciando un expediente de obras de seguridad y ornato sobre el inmueble, propiedad entonces de la Unión Salinera. La falta de respuesta a los requerimientos municipales derivaron en la expropiación en mayo de 2007.

En los tres años en los que tuvo en su poder el Molino de Mareas, el Ayuntamiento llegó incluso a redactar un proyecto de obras de urgencia, realizó trabajos de consolidación para garantizar su seguridad y aprobó un proyecto de restauración que obtuvo el visto bueno de Patrimonio.

Sin embargo, la Demarcación de Costas siempre se opuso al proyecto municipal, que consistía entre otras cosas en una especie de hotel-casas rurales. Además de ello, en el mes de marzo de 2010 obtuvo la propiedad del inmueble argumentando la condición de que el inmueble se encontraba dentro del dominio marítimo terrestre.

A pesar de que el Ayuntamiento ya había realizado un proyecto de restauración, Costas encargó posteriormente otro distinto pero basado en el municipal, lo que provocó un enfrentamiento entre las administraciones. Sin embargo desde entonces no se ha avanzado en nada hasta que en la tarde de ayer se decidió hacer un nuevo intento. Cabe recordar que ya en el año 2007 las tres administraciones ya se conjuraron para salvar y darle un uso al Molino de Mareas, pero éste jamás cristalizó en nada.