Año 1987. Un joven Abel Moreno, entonces comandante destinado en la banda Soria 9, decide componer una marcha procesional que sirva de homenaje a la Madrugada del Viernes Santo de Sevilla. Así nació La Madrugá, una de las composiciones más conocidas de la Semana Santa que este año cumplirá su 25 cumpleaños.

Veinticinco años después, su autor recuerda todavía perfectamente cómo concibió esta marcha, cuáles eran sus propósitos y cómo le sorprendió la acogida que tuvo desde un principio. "Componer esa marcha me llevó más tiempo que otras. Quise crear un tema para representar a cada hermandad de la Madrugada de Sevilla y después tenía que conseguir un engarce que fuera lógico, que no pareciera una serie de temas pegados uno al otro". Ese es el punto de partida de La Madrugá, que "pretendió ser una marcha descriptiva, intentar contar lo que pasa esa noche en Sevilla", afirma el músico de Encinasola.

La Madrugá se estrenó el Martes Santo de ese año 1987 tras el paso de palio de Los Estudiantes de Sevilla, donde entonces tocaba Soria 9. Y lo que ocurrió a continuación tampoco se le olvida a Abel Moreno. "La toqué en los Reales Alcázares y terminamos cuando el paso estaba en la Contratación. Al finalizar la marcha, los costaleros salieron de debajo del paso y me preguntaban: maestro, ¿qué marcha es la que ha tocado? Ahí me dí cuenta de que había gustado. Fue una sensación distinta a cualquier otra composición", explica este reconocido músico.

A partir de ese momento, los siete minutos y medio que dura esta marcha procesional empezó a convertirse en uno de los himnos de la Semana Santa, interpretándose en multitud de escenarios, procesiones y ciudades hasta haber terminado dando la vuelta al mundo. "Hoy en día se toca en Europa, en Sudamérica... Hace unos días precisamente envié las partituras a Nicaragua, y ya se tocaba en Guatemala. Empezó en Sevilla y se ha ido extendiendo", comenta Abel Moreno, quien recuerda también que ya ha sido parte de la banda sonora de cuatro películas de cine, la última de ellas Alatriste.

Uno de los escenarios donde Moreno llevó esta música cofradiera fue al teatro de la ópera de Niza. Allí dió con la Inmemorial del Rey un concierto de música española. Y los músicos le pidieron que el bis fuera La Madrugá. Para sorpresa del compositor y director, "el teatro se puso en pie, algo que no habían hecho en el resto del concierto y que fue muy sorprendente porque en Niza no hay cofrades ni podían aflorar los mismos sentimientos que aquí al escuchar este tipo de música", explica Abel Moreno.

¿Y cuál es el secreto del éxito de La Madrugá? Según comenta Abel Moreno, "la gente normal, no los que son críticos de música, me dice que tiene algo muy importante: que va siempre de menos a más; va in crescendo hasta el final, que es el amanecer de la Madrugada de Sevilla, y el público está expetante en todo momento".

Su mayor satisfacción en relación a esta marcha que cumple 25 años se lo llevó recientemente en un concierto de la Orquesta Sinfónica en el Auditorio Nacional de Madrid. Allí, tras interpretar el Réquiem de Mozart, la orquesta tocó La Madrugá. "Ahí fue donde dije: esta marcha ha llegado a su máxima expresión". Y es que en la vida de esta composición, muchas han sido las alegrías y sorpresas agradables que se ha llevado Moreno. Tanto, que 25 años después no tiene dudas en afirmar que "para mí es la mejor, por supuesto. Es mi marcha más completa".