José Chamizo. Ex defensor del pueblo andaluz

"Mi preferencia es Maíllo y después Teresa Rodríguez"

  • Un cura muy peculiar y un privilegiado observador de Andalucía con la experiencia de más de tres lustros al frente de una institución de prestigio.

Es amigo del candidato de IU a la Presidencia de la Junta. No lo oculta. Ha sido Defensor del Pueblo Andaluz de 1996 a 2013, un periodo en el que se ha pateado Andalucía como poca gente ha hecho nunca. José Chamizo de la Rubia (Los Barrios, 1949) asegura una y otra vez que no tiene ya edad ni ganas de ocupar nuevos cargos públicos, tan sólo de pegar aldabonazos en los medios de comunicación que sirvan para sacar a miles de andaluces de la pobreza. Fue ordenado sacerdote en 1978 por el obispo Dorado Soto, tiene una relación muy afectuosa con el cardenal Amigo y no esconde su espíritu crítico con el conservadurismo acentuado en buena parte de la jerarquía eclesiástica. Tiene sentido del humor. Nadie ha visto al PP gobernar en Andalucía, ni al cura Chamizo con sotana.

-De usted siempre pregunta la gente si sigue siendo cura. Y ahora preguntan si se va a meter o no en política, porque se le ve muy próximo a IU, Podemos, Ganemos y a no se sabe cuántos colectivos o iniciativas más...

-Sigo siendo cura, claro que sí. Aunque hay periodistas que me presentan como ex sacerdote, pero no sé la razón por la que me ven fuera. Es verdad que he asesorado a IU a la hora de redactar el programa social para estas elecciones. Creo que el de IU es el mejor de los programas sociales de cuantos se presentan, sin menosprecio de algunas ideas reflejadas en los programas de otras formaciones políticas. Teresa Rodríguez, la candidata de Podemos, contactó conmigo para conocerme y consultarme también temas sociales. Y, por supuesto, la atendí como atiendo a todo el mundo que me pide ayuda.

-¿Y sobre qué temas le consultó la candidata de Podemos?

-Sobre asuntos de exclusión social, sobre la infancia...

-¿Cuál es la estrella del programa social de IU que usted ha asesorado?

-El empezar a trabajar los derechos sociales como derechos subjetivos. El Gobierno de la nación ha descuidado y recortado esos derechos subjetivos. El único recogido era el regulado en la ley de dependencia. Yo planteo potenciar los derechos a la educación y a la sanidad, reactivar el derecho al trabajo e implantar poco a poco los derechos a un techo digno y a un ingreso básico ciudadano, que no es lo mismo que la renta básica universal. Tengo claro que todo no se puede hacer de golpe, pero hay que empezar a afrontar los retos. Hay que arrancar de una vez.

-¿Qué cree que queda del espíritu andalucista que se vivió en aquella manifestación de 1977?

-Queda mucho. Yo participé en aquella manifestación en Algeciras. Estaba de vuelta ya de Roma. Era diácono, daba clases de Ecumenismo en el Seminario y aún no había sido ordenado sacerdote. Insisto en que queda mucho del sentimiento andaluz, pero sobre todo en los pueblos. La esencia andaluza está en los pueblos. En la ciudad es distinto, las maquinarias de las ciudades lo engullen todo. Pero conozco bien todos los pueblos de Andalucía, los he visitado entre una y tres veces cada uno, y puedo decir que Andalucía y su bandera están muy presentes. He visto a vecinos sacar sus banderas andaluzas de los armarios el 28 de febrero.

-¿Y qué es Andalucía para usted hoy?

-Es una nación. Y no soy yo un defensor del separatismo, precisamente. Es una nación en construcción, porque tenemos los datos más lamentables en casi todo. ¿Por qué prefiero yo siempre los temas sociales? Porque son claves para que la gente viva con un mínimo de dignidad. Los políticos tienen que procurar esa dignidad y tratar a la gente con dignidad. Tiene que desaparecer la pobreza vergonzante, estamos asistiendo al hundimiento de la clase media. Estos objetivos son ya que los me mueven únicamente, mi ciclo público está terminado. Lo que no está terminado es mi vocación de ayudar el prójimo. Sólo tengo un jefe.

-¿Y quién es?

-Jesucristo, el chulito de Nazaret.

-¿Qué vertebra Andalucía hoy?

-El sentimiento de pertenecer a una misma tierra. Los políticos han hecho un flaco favor alentando el odio entre ciudades. Y también vertebra Andalucía el deseo tremendo que tiene la gente por vivir una vida mejor. Hay muchísima gente que sobrevive en Andalucía como va pudiendo, de un huertecillo, de arar con un buey. Los he visto en persona, incluso alcaldes que me han atendido mientras no dejaban de arar, o que me han recibido enfermos en un centro de salud.

-Usted está muy en contacto con IU, ¿ve preocupación en esta coalición por la irrupción de Podemos?

-No la percibo. Veo preocupación por las elecciones en general. Nadie sabe nada. Las encuestas son poco creíbles. IU tiene su discurso propio, Maíllo es un líder a tener muy en cuenta.

-Durante meses se ha especulado con su inclusión en las listas de Podemos o Ganemos paras las elecciones municipales. A un alto cargo eclesiástico le preguntaron si temía por el auge de estas formaciones políticas. Respondió que no: "Si ganan, no nos preocupa. Tendremos dentro a Chamizo, que es de los nuestros".

-Ja, ja, ja. Esta muy bien dicho eso. Soy uno de ellos, es verdad. Pero, ojo, soy crítico. Nunca he dejado de sentirme un sacerdote, eso es muy cierto.

-Nunca le habrán preguntado por su fluida convivencia con comunistas siendo un cura...

-¡Es que hay muchos comunistas creyentes! Como hay mucha gente que no es creyente entre la gente de derechas. Coincido con los comunistas en el enfoque de los temas sociales. Hay una simbiosis entre el cristianismo y el comunismo muy interesante. Éstos son temas muy viejos y muy estudiados. La gente de IU es muy respetuosa conmigo y yo con ellos.

-¿Está sirviendo la campaña para generar un debate verdaderamente sobre Andalucía?

-No. Está todo enfocado en el "y tu más". Y eso es, precisamente, lo que más ha alejado a la gente de la política, que al final todos admiten casos de corrupción en sus filas. No es inteligente insistir en esta estrategia. Las pocas propuestas que hay se desdibujan.

-¿Cómo ve hoy a Susana Díaz, aquella chica de Presidencia con la que acabó enfrentado tras su salida como Defensor?

-Pues la veo luchando por sus objetivos, que los tiene muy claros. Son unos objetivos muy complicados. Andalucía sufre unos problemas de fondo nunca resueltos...

-¿Y al líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla?

-En el debate lo vi con fuerza. Tiene el inconveniente de que en Andalucía se ve siempre con cierta suspicacia a la derecha.

-Veo sus preferencias claras. En primer lugar está Maíllo...

-Después Teresa Rodríguez. Y podríamos colocar en tercer lugar, empatados, a Susana Díaz y Moreno Bonilla.

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