La festividad del 1 de mayo hizo este miércoles que el ambiente en el parque González Hontoria fuese frenético. Coches deambulando de un lado para otro, maquinaria pesada terminando de colocar la iluminación y cámaras de seguridad, cisternas de la empresa Manuel Alba ‘refrigerando’ el albero...Así fue el miércoles, el Día del trabajo, que muchos y muchas aprovecharon para dar el último arreón a los montajes de las casetas de Feria, que está, como el que dice, a la vuelta de la esquina. Otros murmuraban entre dientes por aquello de que el Día del trabajador, tenían que estar repartido y currando como un día normal. Cosas de este país.

Siguiendo con el montaje, en algunos casos, los menos, todo está casi a punto para el viernes, el día que supuestamente darán la luz, aunque la mayoría todavía tiene mucho que hacer en la adecuación de los espacios sobre todo con la traída y llevada de material.

Ese tema, el de la luz, todavía siembra dudas entre los caseteros, que se las prometían este año muy felices por aquello de que la iban a recibir antes del sábado, pero a día de hoy nadie es capaz de confirmarlo con seguridad. Por esta razón, ayer, en los ambientes caseros algunos hablaban de colocar, de cara a los próximos años, contadores individuales, evitando así este tipo de situaciones, y no estar hasta final de semana “con las carnes abiertas”, nunca mejor dicho, por lo que pueda pasar. Por lo demás, las tres cuartas partes del montaje de casetas en el Real avanza con paso firme y ayer miércoles muchos daban los últimos brochazos a paredes y suelos. Todas salvo la caseta de la Juventud, cuya licitación tardía hace que ayer todavía esté casi con el esqueleto.

Donde sí había movimiento era entre las hermandades, que ayer acumulaban hermanos en el interior de ellas para darles colorido con sus farolillos.  La convivencia y el compromiso es firme en estos días, sobre todo para estas cofradías en las que la participación de todos resulta fundamental. Hay que poner las barras, pintar, colocar los cables de electricidad, planificar la ubicación de cada cosa...Menos mal que algunos, como el caso de los cofrades del Nazareno venían preparados, y elaboraron una rica paella para los que habían ido a ayudar. Todo un detalle.

A favor, la lluvia de la madrugada y el día fresquito de la jornada, una delicia para trabajar sin sudores desagradables y pegajosos que agobian mucho más cuando llega mayo.

Lo que sí se percibe, dándose una vuelta por esa pequeña ciudad que empieza a formarse en el González Hontoria, es el mimo con el que muchas entidades, empresas o asociaciones cuidan sus portadas, que en algunos casos son dignas de contemplar.