Afligidos

El San Lorenzo del siglo XVIII

  • La cofradía de Afligidos salió a la calle con un cuarto de hora de adelanto

El misterio de Afligidos rebosa clasicismo por los cuatro costados, que precisamente rematan unos candelabros que lucen un desgastado dorado fruto del paso de los años. Siglo XVIII puro en las imágenes que conforman el único paso de la cofradía de San Lorenzo y en las que ha recuperado felizmente la hermandad en los últimos años; y dieciochescos también los bordados que visten cada talla que acompaña a Jesús de los Afligidos y a María Santísima de los Desconsuelos.

Con un cuarto de hora de adelanto sobre el horario fijado por la hermandad se abrieron las puertas de San Lorenzo, justo cuando el párroco, José de Araujo, concluyó la oración. Afligidos volvía a procesionar después de que la inestabilidad del tiempo lo impidiera el año pasado.

El cortejo iba saliendo a la calle Sagasta ordenado por José Antonio Quiñones y con la supervisión de Fernando Burgos y de un hermano mayor, Ramón Velázquez, que aparentaba total tranquilidad instantes antes de enfundarse el capirote y realizar estación de penitencia.

Dos servidoras portando la espada y el cirio inmaculista, otro acólito que muestra la Bula que el Papa Clemente concedió a la hermandad hace ahora 250 años y el Simpecado de la Virgen escoltado por acólitos fueron detalles que regalaba el cuidado cortejo, que este año incluía también niños pequeños vestidos de monaguillos.

Los cargadores de José Julio Reyeros cumplieron la complicada maniobra de salida entre los toques de atención y las llamadas al orden de Araujo. Y el majestuoso misterio con el paso de dorado ya viejo inició su andar por una abarrotada calle Sagasta a los sones de Corpus Christi.

El siglo XVIII volvió ayer tarde a San Lorenzo en todo su esplendor. Dentro del templo quedaba el silencio y el vacío, roto tan solo por el también imponente paso de misterio de Descendimiento, que aguardaba ya su hora. La hora en la que Afligidos regresa.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios