El coletivo sindical SPLI-UPLBA ha lamentado la "indiferencia" con la que el gobierno local está tratando durante el mandato actual al colectivo de la Policía Local al referirse a un hecho  concreto: la adquisición de 27 chalecos antibalas nuevos, que se ha llevado a cabo sin tener en cuenta las sugerencias y criterios de las organizaciones sindicales, exigidas por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, "y no existir reunión de la Comisión Técnica del Comité de Seguridad y Salud Laboral para la elección del nuevo modelo de chaleco antibalas y anti-pinchazos que debe presentar las empresas suministradoras, de conformidad con el Acuerdo de Funcionarios vigente".

Además, advierte, el lote adquirido de chalecos antibalas y anti-pinchazos por el Ayuntamiento es insuficiente, "cuando han anunciado un superávit millonario de los presupuestos municipales de 2016 en un total de 6.920.931,83 euros". De ahí -argumenta el SPLI- que resulte difícil de entender que solo se hayan comprado 27 chalecos para una plantilla de 117 agentes en activo "material policial y de protección individual -recuerda- demandado por SPL-UPLBA para el desempeño de las funciones propias ante el nivel 4 de alerta por terrorismo establecido por el Ministerio del Interior hace más de un año, ante cualquier amenaza y como precaución y que forman parte del equipamiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad". 

Los chalecos antibalas y anti-pinchazos comprados por el Ayuntamiento -dice el SPLI- "son defectuosos y tienen un peso excesivo, comparado con los antiguos de uso compartido, impidiendo el movimiento lo que puede causar inseguridad". Se desconoce -prosigue este colectivo sindical- cuánto han costado, si están catalogados para su uso y si poseen un seguro específico de responsabilidad civil, algo que ofrecen casi todas las marcas comerciales que los fabrican y que redunda en el precio final. "Son inadecuados para el trabajo policial ordinario y además pueden poner en peligro la seguridad del policía que lo porte, pues presenta dificultad para abrocharlo, lo que hace prácticamente imposible ponérselo uno mismo y tampoco reúne las características idóneas de ergonomía femenina para cabida del pecho, para no oprimirlo y por lo tanto permitir las labores de seguridad ciudadana o labores de riesgo de la mujer policía en igualdad de condiciones", critican los representantes sindicales de la Policía Local.