San Fernando

Un año de obras en el Ayuntamiento

  • La rehabilitación cumple doce meses mientras aguarda a que se tramite la modificación del contrato que prorrogará la intervención hasta 2018 e incrementará su coste en medio millón

El Ayuntamiento, de obras, rodeado de grúas.

El Ayuntamiento, de obras, rodeado de grúas. / román ríos

La gran obra acaba de cumplir un año. Esta semana -el pasado martes, 14 de marzo- se cumplieron doce meses de la firma del acta de replanteo que supuso el comienzo de la inversión municipal más elevada de todos los tiempos: la rehabilitación del Ayuntamiento, cuyo coste definitivo ascenderá a 8,4 millones de euros y cuya terminación, según los últimos plazos dados y si todo marcha según lo previsto, está prevista para junio de 2018.

A este primer aniversario se llega precisamente pendiente de la próxima convocatoria de la comisión informativa en la que se acometerá la modificación del contrato que se necesita para afrontar los cambios que tanto la empresa adjudicataria -Vías y Construcciones- como la dirección facultativa encargada al arquitecto Francisco Márquez consideran necesarios introducir en el proyecto inicial. Una decisión que se ha tomado a tenor de la realidad de este histórico edificio que ha quedado al descubierto a medida que los trabajos han ido avanzando y se ha hecho evidente que no todas las soluciones arquitectónicas previstas resolvían de la mejor forma los muchos problemas del inmueble. Estos cambios, en definitiva, supondrán seis meses más de obra -el plazo de ejecución inicialmente propuesto expiraba en diciembre de este año- y medio millón de euros más de presupuesto.

La revisión de las anualidades tendrá también que ser aprobada en pleno

De dicha modificación informó el gobierno local a finales de enero, si bien todavía no se ha convocado la citada comisión informativa -es un compromiso del ejecutivo municipal- a la espera de la tramitación del correspondiente expediente administrativo y todo los informes jurídicos que se necesitan para afrontar su aprobación, que por otro lado compete a la junta de gobierno local.

Ayer, la alcaldesa, Patricia Cavada, se refirió a este primer aniversario de las obras, que valoró especialmente al tratarse de una actuación clave para La Isla que además se ha esperado durante largo tiempo. Y aludió a estos pasos previos que se están dando para poder convocar la reunión de la comisión informativa en la que se dará cuenta de la modificación del contrato de las obras del Ayuntamiento. Mientras, las obras en el Palacio Consistorial avanzan.

Los cambios - explicó- afectan también a la financiación de las obras al incrementar su coste en medio millón y el tiempo de duración de los trabajos en seis meses más, lo que obliga a introducir una nueva anualidad -la de 2018- en los pagos a realizar. Esa nueva anualización en la que también se está trabajando, aclaró la regidora, tendrá también que pasar por el pleno. Eso sí, aclaró, la financión de las obras está completamente resuelta.

En La Isla, la incidencia de la rehabilitación a lo largo de este primer año de la intervención ha sido bastante limitada y se ha ceñido al perímetro exclusivo del Consistorio, donde se ha tenido que reordenar el tráfico rodado. Cabe recordar que los trabajos afectan de lleno a una de las vías transversales que cruza la calle Real -el eje Isaac Peral-Dolores- que más se utilizaba. Hay algunos comercios y establecimientos de hostelería -especialmente los que se ubican en las calles laterales- que sí se han visto especialmente afectados por los trabajos, las vallas y la continua entrada y salida de maquinaria. Sin embargo, la intervención apenas ha alterado la dinámica habitual del centro. Incluso recientemente el Ayuntamiento optó por trasladar y concentrar todas las actividades de Carnaval en la plaza del Rey sin que las obras fueran un obstáculo. Distinto es el caso de la Semana Santa que se avecina, que sí ha obligado a modificar los itinerarios procesionales de varias cofradías a causa del vallado perimetral del edificio. También se ha asegurado el paso de las procesiones por la plaza del Rey -un punto especialmente sensible al estar en el eje de entrada y salida de la Carrera Oficial- salvando el desnivel existente y podando el arbolado.

Este primer año de obra se ha centrado casi en exlcusiva en los trabajos de consolidación de la estructura, en la cimentación y seguridad del edificio y en la eliminación de las partes más espúreas, así que -más allá de la presencia de las enormes grúas, de la maquinaria y de los operarios trabajando en el inmueble- en el Ayuntamiento no se han notado todavía cambios especialemente significativos. Su transformación todavía no ha llegado al punto de ser visible para la ciudadanía. De hecho, no lo hará hasta que las obras están mucho más avanzadas.

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