San Fernando

Evolución para sobrevivir

  • Representantes de entidades y peñas de Carnaval analizan la situación de la fiesta en la ciudad

  • Todos defienden la necesidad de evolucionar, de savia nueva y de apostar por la cantera

Actuaciones infantiles en el escenario de la Plaza del Rey durante la noche del pasado martes.

Actuaciones infantiles en el escenario de la Plaza del Rey durante la noche del pasado martes. / Román Ríos

Evolucionar para sobrevivir. Un concepto tan evidente en la vida como complicado de llevar a cabo cuando se trata de cuestiones con tradición, que sin embargo por esa falta de renovación se pierden con el tiempo. Contra ese estancamiento, que lleva al retroceso, debe luchar el Carnaval de La Isla si quiere seguir vivo, si quiere recuperar su parcela de protagonismo, ante la sociedad, en el propio mundo carnavalero y dentro del mundo cultural de la ciudad.

Son muchos los factores en contra de una fiesta que ha perdido fuelle desde hace años. Ya no es lo mismo: no se vive en tiempo de auge de las peñas, hay pocas agrupaciones punteras que compitan en el Falla y apenas hay base. Frente a eso se intenta poner remedio: el Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz con su apuesta por prender la llama de la afición y la participación entre los estudiantes con charlas y talleres básicos -como la fabricación de plumeros-; la Federación Isleña de Peñas y Entidades (Fipe) sin dejarse vencer e insistiendo con la Administración local para que cada año se mejoren los mecanismos; las peñas sin dejarse arrastrar por el bajón e insistiendo para que haya savia joven que ahora y en un futuro den el relevo.

Manoli de los Santos expone la dificultad de encontrar personas que toquen instrumentos

La formación Andalucía por Sí proponía hace unos días un decálogo para mejorar la fiesta: la creación de una verdadera mesa del Carnaval, su convocatoria varias veces al año, la presentación de cartel y programa de los festejos con antelación suficiente para que esté en las guías de turismo y ocio de la Bahía o un concurso de agrupaciones en el Teatro de Las Cortes estaban entre las medidas que ponían sobre la mesa. Luis de Celis, presidente de la Fipe, consideraba algunas de ellas a la hora de hablar de las mejoras que deben darse en el Carnaval. "Todo debe evolucionar, cambiar y la idea es hacerlo", señala antes de defender que la mesa del Carnaval debe trabajar todo el año, para que las cuestiones, propuestas o necesidades que surjan más allá del periodo de preparación de la fiesta no queden en el olvido. "Si hay algo en julio o agosto debe ser posible reunirnos para negociarlo", pone de ejemplo, sin dejar de reconocer la disposición municipal para ello. En cuanto a la programación, aunque señala que debería estar antes en la calle, es consciente de los trámites administrativos que este tipo de actividades implica y que afectan a todos los ayuntamientos. De su contenido, más allá de esa postura de que siempre hay que mejorar, destaca que se han organizado más eventos, como puede ser el Concurso Local de Agrupaciones que para la Fipe es un acierto. Eso sí, expone la necesidad de que haya más participación de la gente, más implicación isleña. "Hay pocas agrupaciones, poca gente que se meta en un grupo de aquí", matiza. "San Fernando siempre ha sido muy chirigotero, y muy corista y se está perdiendo", admite, aunque destaca la labor de Colorín Colorao que sin ser ya una peña constituida sigue luchando por sacar el coro.

Esa sensación también la tiene Manoli de Los Santos, presidenta de la peña Los Catavinos, que plantea algunas de las dificultades que se ha encontrado a la hora de sacar agrupaciones. "Sobre todo por el tema de los instrumentos, porque muchos se van a comparsas de Cádiz", comenta. Después de muchos años saliendo, 25 años, se enfrentó a no tener bombo y caja y lo peor es el guitarra. "He llevado infantiles al Falla, pero ahora es muy complicado", señala. No se da por vencida -reflejo de la insistencia que también ponen las peñas por seguir adelante- y espera poder contar con un grupo de chicos para el año que viene: "A ver si entre los socios más jóvenes que tienen niños es posible, porque la cantera no debe perderse". Hubo un intento en la peña La Bandurria por enseñar a los niños a tocar la caja y el bombo pero quien se iba a encargar tuvo que dejarlo al salirle un trabajo fuera. La idea sigue adelante, sostiene su presidente Pepe Guerra, que cuenta la anécdota de lo felices que se pusieron los niños de un colegio a los que regalaron los pitos que un proveedor les había dado, como muestra de que se puede crear el gusanillo del gusto por el Carnaval entre los más pequeños.

La falta de savia nueva afecta al presente y al futuro de estas entidades que con menos socios, cuotas muy reducidas -de apenas 5 euros- y con los mismos de siempre siguen adelante. "La manera de mantenernos durante todo el año es sacar algo del tirón del Carnaval", explica el presidente de la peña La Bandurria, que con mucho esfuerzo (como otras asociaciones y peñas) ha abierto una carpa en la Plaza del Rey durante esta semana de festejos. El fin de semana, según el resumen que hace hasta ahora, fue bueno: de gran ambiente el sábado y un domingo bueno. Entre semana la cosa cambia. "No hablo ya de la caja sino del escaso público", detalla. Ni lunes, ni martes (a pesar de que las agrupaciones infantiles tiraron de las familias) hubo ambiente. Algo mejor, pero igualmente insuficiente, el miércoles por la presencia de agrupaciones isleñas. "Hemos puesto hasta caldo, y creo que nos salvamos por eso", añade en referencia a la opción que tienen en su barra para combartir el frío de estos días. Esa falta de asistencia a los actos entre semana es lo que echa para atrás a Los Catavinos, que por problemas de última hora no han montado este año. "Entre semana no hay tirón, no hay demanda", cuestiona De los Santos.

Entre las mejoras que este año se han dejado notar destacan la creación del Concurso Local de Agrupaciones. Para la presidenta de Los Catavinos este tipo de iniciativas puede resultar un acicate porque incita a participar y sacar agrupaciones, "no es por una cuestión monetaria, sino por el premio". Pepe Guerra resalta la decoración e iluminación de este año que supera a la de la anterior edición. "El año pasado no había ningún adorno, estaban las luces de Navidad de los árboles de la plaza, ni había ninguna mención al Carnaval... mientras que este año la megafonía es buena y hay mejor decoración. No recuerdo un tablao como el de este año", cuenta satisfecho por los pasos que se han dado. Eso sí, lanza una idea que puede abrir un extenso debate: la posibilidad de cambiar la fecha de celebración del Carnaval en la ciudad.

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