Problemas con la luz, con las ratas, las acumulaciones de escombros y otros desechos o la incontrolada vegetación que crece en los solares, parcelas y superficies cercanas son las quejas que en estos días pusieron de manifiesto los vecinos de las torres de La Casería y los unifamiliares de los alrededores. Las reivindicaciones vecinales y el movimiento de algunos residentes para crear un nuevo colectivo que los represente han vuelto a sacar a la palestra los problemas de un barrio que siempre se ha sentido aislado, marginado, y que vuelve a reclamar su sitio.

Las exigencias de toda la superficie de este barrio -extensa, hasta quedar claramente diferenciado en la zona como las propias torres o el área de El Pino- siempre han estado ligadas a la falta de servicios y equipamientos. Centro de salud, un instituto, una biblioteca, un aulario, zonas infantiles, áreas deportivas, carril bici, una zona verde o un espacio deportivo y de ocio para mayores son algunas de las de esas demandas que año a año se quedan en el tintero y engrosan el listado de peticiones para mejorar la barriada. Se pusieron sobre la mesa en las últimas elecciones municipales, también en la asamblea ciudadana que se organizó en el colegio de La Casería de Ossio.

Más allá de ello siempre se han hecho otro tipo de reclamaciones. La asociación de vecinos El Pino siempre ha sido muy activa en este sentido y constantemente recuerda la necesaria intervención en los terrenos de Fadricas II donde se acumulan desechos, la vegetación crece y el peligro de insalubridad y de incendios es patente. La limpieza de este tipo de solares y parcelas es algo que se solicita para evitar los problemas a las viviendas más cercanas. Si en este caso se pone de ejemplo Germán Caos, la desmesura en los alrededores de las torres y los unifamiliares afectan a las familias de la misma manera.

La semana pasada los vecinos alzaron la voz para denunciar los problemas que estaban sufriendo: cortes de luz, que el Ayuntamiento intenta atajar de raíz -tiene que encontrar el fallo en la red bajo suelo para poder solventarlo-; o la falta de limpieza de las parcelas cercanas que daba lugar a la aparición de ratas por las calles y en el interior de las casas. Un recorrido por la zona demuestra que si bien las aceras y las calzadas están en buen estado, faltan tapas de registro, hay desperdicios en las partes no urbanizadas o el parque infantil necesita mejoras. Las porterías de la pista deportiva, por ejemplo, no están ancladas (por el mal uso que se le da, eso sí). Bajo un árbol y cerca de unas casetas se observa, incluso, enseres (un sofá, un colchón), que usan unos indigentes para cobijarse.