GRACIAS a Internet los que vivimos lejos de El Puerto podemos estar al tanto del discurrir de la ciudad. Es vital la labor que hacen los medios y periodistas locales que invierten muchas horas, sin entender de fines de semana o festivos, para ejercer su labor.

Una profesión que requiere de unos estudios universitarios o contar con una contrastada experiencia en medios de comunicación. Una profesión basada en unos conocimientos y una rigurosidad, pero sobre todo sustentada en unos valores éticos muy claros.

Apelando a la libertad de expresión, los jóvenes de Nuevas Generaciones de El Puerto están difundiendo a través de sus redes sociales unos videos criticando la gestión del actual equipo de gobierno. Informativos lo llaman, con bastante desacierto.

Me resulta impensable que alguien simule ser médico, y mucho menos que lo haga con un ejemplo de mala práctica, como en este caso es la mofa gratuita hacia a una autoridad pública. Por el contrario, sí creemos que cualquiera puede jugar a ser periodista y ponerse delante de una cámara sin ningún tipo de preparación o conocimiento. Y si alguien quiere hacerlo, por lo menos que sea para dignificar el periodismo.

Me gustaría saber qué tiene de libertad de expresión reírse abiertamente de nuestro primer edil por simplemente aparecer en una fotografía delante del toro. Eso ni es política, ni es información. Y da una clara imagen de falta de argumentos. Si hay razones sólidas para hacer una crítica constructiva, ¿por qué caer en este ataque tan zafio?.

Estos jóvenes también apelan a su "preocupación por El Puerto". No se qué aporta a la ciudad el difundir un video burlándose de aquella persona que nos tiene que representar ante inversores, autoridades y empresarios. ¿Nos beneficia como ciudad que nosotros mismos difundamos dicha imagen?. Lo dudo.

No critico la existencia de estos videos, sino que contradigan la ética del formato periodístico que intentan simular. Además, creo que se puede hacer política sana desde el humor y la ironía. Política que no lleve al odio y promueva el diálogo. Y sobre todo, política con datos y argumentos, no con burla y desprecio.

Para todo ello está la libertad de expresión, la misma con la que decenas de ciudadanos han expresado en las redes sociales de NNGG su descontento con estos videos. Opiniones que muchas de ellas han sido borradas, supongo que apelando a la misma libertad de expresión que tanto reivindican.