XxIV FERIA DEL LIBRO de cádiz Panorama del gremio editorial

El sector del libro en la provincia aguanta el envite de la crisis

  • Librerías y editoriales refrendan el concepto de libro como "valor refugio"con unas cifras que no descienden respecto al año anterior · Se registra un ligero aumento de las ventas de bolsillo

Jorge Herralde, gringo viejo en cifras y las letras, pronosticó ya hace siete meses que el sector editorial apenas sufriría el terremoto económico. El fue el primero en defender la naturaleza del libro como "valor refugio", un concepto que citan también los libreros de la provincia cuando se les pregunta por la crisis. El libro cuenta con un gran abanico de precios y es recurso fácil si toca quedarse en casa. "No vamos a decir que porque la gente no vaya al cine, vendemos más -comentan desde la librería Zorba, en El Puerto-. Pero lo cierto es que, al menos, no notamos un fuerte descenso".

Eso es lo que destacan la mayor parte de quienes se dedican a esta labor: no tanto un aumento espectacular de ventas como una sensación de estabilidad en medio del naufragio. Desde la librería Manuel de Falla, en Cádiz, afirman que el nivel de ventas es el mismo que el del año pasado, y ponen como ejemplo las últimas navidades, en las que ya se hablaba de crisis y que tuvieron, sin embargo, unos resultados fantásticos, "con un alto aumento respecto al año anterior".

Pedro Rivera, del Grupo Quorum, se remite a las recientes declaraciones de Antonio María de Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España. Según los últimos datos de la entidad, en enero ha habido una caída del 16% en el sector, "pero no ha sido una caída dramática". En los siguientes meses, el descenso se ha situado entre el 5 y 6%.

"Mi visión personal, a la vista de los datos reales -continúa Pedro Rivera- es que la crisis afecta pero no por igual a todo el mundo. En época de crisis, los productos o los bienes de alto nivel son los más castigados".

Todo el mundo puede dejar de comprar caviar, por supuesto, pero más difícilmente dejará de comprar huevos. En el departamento de libros de El Corte Inglés, que incluso ha aumentado las ventas, confirman esta realidad: "El libro es un regalo muy socorrido y tiene un ámbito muy extenso. Está funcionando muy bien, quizá sustituyendo a regalos más caros". Desde EH Editores, en Jerez, apuntan que en tiempos de crisis, el libro es un objeto "al alza siempre y cuando exista una afición previa a la lectura: si no, no se leerá, por mucha crisis que haya. Sin embargo, un lector sí que recurrirá al libro porque no supone gran esfuerzo económico".

Vuelta a lo básico, que a la fuerza ahorcan: "Si el poder adquisitivo baja -comenta Lucía, en la librería Ares de La Línea-, baja en todos los aspectos". En este sentido, algunos libreros apuntan un ligero aumento de la venta de libros de bolsillo -aun así, no llegan al 10% de la facturación total-: "Aunque de alguna manera nos perjudica -tercia Pedro Rivera-, nos gusta porque supone el mantenimiento del interés por el libro".

Según datos hechos públicos por el INE, la producción editorial en 2008 creció más de un 12%. El pasado Día del Libro, en Barcelona, se vendieron 20 millones de ejemplares. "Tras años llorando por falta de lectores -opina Carlos Prieto, desde El libro técnico, en Algeciras-, de un tiempo a esta parte parece que se va invirtiendo la tendencia. Podemos decir que el libro se convierte en una especie de animal de compañía".

Muerte y nieve. La novela negra sobre fondo blanco -de la mano de los autores escandinavos, con Larsson a la cabeza- lleva meses siendo la indiscutible reina de las estanterías. No deja de ser curioso, pues se trata de un género que surgió precisamente en la época de la Gran Depresión. Aunque para la mayoría esto se debe exclusivamente a una cuestión de modas, desde Quorum señalan que este auge es, "de alguna manera, la evolución natural de la novela histórica. De hecho -continúan- en el corazón de la mayor parte de estas historias yace una novela negra, como vemos claramente en El nombre de la rosa. La novela de intriga gusta siempre, y la novela negra se adapta muy bien a los tiempos que corren, parece más propia de los tiempos de crisis".

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