En otro escenario completamente distinto, pero cercano a la gran casa de los orígenes del Fit que fue el Tiempo Libre, en el nuevo marco del Hotel Tryp Caleta, Tino Fernández -director y coreógrafo-, Juliana Reyes -dramaturga- y Giovanni Parra -director musical- hablan del inicio de la gira que la compañía colombiana L'explosive Danza comienza justo en Cádiz. Una gira larga, que arranca justo hoy -a las 21.30 en el Teatro Falla- con un espectáculo para ver y sentir el tango desde "otra mirada": Tu nombre me sabe a tango.

Y es otra mirada porque casi todo el elenco que integra el equipo de bailarines y cantantes no proceden de esta disciplina, aunque han logrado meterse en sus entrañas. Así lo cuentan en esta entrevista a tres los impulsores de este espectáculo con el que se adueñan del tango, pero desde la danza contemporánea. "Esto le da un carácter particular, pues salvo el quinteto musical -que ha trabajado en espectáculos de tango- y los cantantes de tango, el resto venimos de fuera, pero entendiendo las pasiones de las que habla el tango desde dentro, pues los motores del tango son universales", explica Juliana Reyes.

El espectador encontrará así una fusión entre el tango tradicional y el contemporáneo, puntualiza Tino Fernández, "para lo que llamamos a Giovanni Parra, que mezcló los temas de su disco con tangos de toda la vida como Naranjo en flor, El día que me quieras o Lejos de ti, con la mirada contemporánea de lo coreográfico", esgrime el director del espectáculo. Es donde entra de lleno el baile de los grandes tangueros colombianos Iván Ovalle y Carlos Julio Ramírez, con el que ya trabajaron en otro espectáculo con el que vinieron a Cádiz, así como el de las cuatro bailarinas de danza contemporánea de la compañía L'explose danza.

En este punto el director musical, Giovanni Parra, que acaba de ser nominado con su último disco a los Grammy, comenta que una vez armado el repertorio "y que vimos el primer ensayo me llevé una gran sorpresa porque lo que se bailaba era muy diferente a lo que se tocaba y me encantó este contraste, que nos hace sentir la música de otra manera y éste es uno de los encantos de la obra", insiste.

Un espectáculo de contrastes con un hilo conductor bien marcado, que con un guiño cinematográfico que conduce al espectador desde la mítica sala colombiana de los años 40 Teatro Arlequín, que aparece en escena con sus asientos tapados, como cuando se abandona una casa, hasta el momento en que va cobrando vida "hasta el punto de que el público termina bailando en el escenario", describe Fernández. Para ello tiran de sketchs de principios de siglo XX del cine argentino a modo de recopilación de coqueteos, besos y miradas, "con aquel lenguaje cursi que me encantaba de los tangos de Gardel, de los que buscamos aquella verdad". Un lenguaje, en definitiva, donde afloran "los sentimientos exacerbados", comenta Juliana.

Por este motivo no se trata de un espectáculo demostrativo, virtuoso y acrobático del tango, afirma Fernández, "sino del sentido", tras lo que parafrasea las palabras de otro autor que dice que "un tango es poner un corazón contra otro y hacerlos un sólo latido".

Un latido, un sentir, que la propia dramaturga Juliana Reyes ha extraído de la investigación de cada una de sus creaciones, que acaba de publicar en el libro con motivo del 25 aniversario de la compañía bajo el título: En el corazón de las creaciones. Una trayectoria que comienza un nuevo sendero en Cádiz, cuya gira concluirá en diciembre en Francia, con las más de veinte presentaciones que tienen previstas.