Lo que más me turba de Vinila es su timidez. "Sinceramente, no lo esperaba", le confieso mientras ella ríe bajito y confirma. "Sí, en serio, soy muy tímida. Una vez que bajo del escenario soy una chica bastante tímida". De hecho, ese escalón parece marcar férreamente la frontera entre la despampanante Vinila Von Bismark y la joven (guapa también, claro) granadina de Peligros Irene López. Durante la entrevista parecen turnarse, intercambiarse por momentos. Pero cuando ríe, bajito, es Irene, no hay duda, al igual que cuando dice al terminar una frase "... ¿y qué más te digo?". Sin embargo es Vinila la que habla de cockteleras, de la sensualidad del burlesque y el brillo de los cincuenta. ¿O no? ¿O es una? ¿O son las dos? "Vinila siempre ha estado en mi alma", resuelve. "Vinila existe para cumplir los sueños de Irene". Un sueño como The secret carnival, el último proyecto de la cantante con la formación madrileña The Lucky Dados que mañana estarán en Cádiz, en la sala Supersonic.

En Madrid, precisamente, surge el encuentro entre esta polifacética artista y los experimentados músicos. "Yo ya había trabajado con Carlos López, el contrabajista de Lucky Dados, en un burlesque musical y fue muy bien y tuve curiosidad por ver la banda y me acerqué un día a un concierto suyo y me gustaron mucho. Me gustó mucho su forma de tocar, su puesta en escena, la energía que transmitían ahí arriba y les comenté mi proyecto y les gustó mucho la idea. Y, nada, aquí estamos", resuelve la rubísima y tatuadísima artista admiradora profunda de Marlene Dietrich.

Junto a este feliz encuentro, a este "amor a primera vista", que califica Vinila, estaban las personales motivaciones de la intérprete de "seguir haciendo música" y de acercarse "mucho más a terrenos que me gustan mucho como es el del rock and roll", resuelve Vinila que enfrentó este emparejamiento tras abandonar las filas de la formación Krakovia. "De Krakovia me llevo mucho y bueno. El haber aprendido a estar encima de un escenario, haber aprendido los principios de la creación de música, a grabar en un estudio...", recuerda.

Ahora, con el nuevo grupo, Vinila está centrada en The secret carnival. "Es un gustazo porque está compuesto de todos los estilos musicales que a cada uno nos gustan pero metidos en una coctelera y para servir bien fríos", prepara esta habilidosa y ecléctica bartman musical destilando espirituosos tales como el rock and roll, el rockabilly, el swing o incluso el calypso. "Sí, como en el tema Tropicana", apunta. "O mi tema del circo, que yo aporto en Evil circus, que es nuestro segundo single que saldrá próximamente", completa. De todos ellos podrán disfrutar los asistentes al concierto de la Supersonic junto "a algunas versiones sorpresas que quizás estrenemos por allí...", deja caer, interesante.

Disfrutar. Palabra clave. "Totalmente. Nuestro objetivo es que la gente disfrute de nuestra música. De hecho, en lo que llevamos de gira, la verdad, notamos que la gente disfrutan un montón. Escuchan, bailan y lo pasan genial". También Vinila y The Lucky Dados. "De hecho, este no es un encuentro casual. Queremos que sea algo sólido, queremos hacer más discos, es más, ya estamos preparando canciones nuevas".

Para conseguir esta meta armas no les faltan. Vinila, por ejemplo, tira de sus mil caras y sus múltiples habilidades: cantante, dj desde los 14 años, bailarina de burlesque y en competiciones de baile desde los 6 a los 18 años. "Quieras o no quieras todo ese bagaje te sale sobre el escenario y a la hora de preparar un proyecto. Al ser dj, por ejemplo, la música que manejas es brutal y puedes aportar muchas cosas y el tema del burlesque pues también porque me encanta hacer disfrutar a la gente de otro modo como es, en esta caso, con una actuación cómica y eso de soltura sobre el escenario", argumenta.

Y canciones, claro. Evil circus, Oh baby, Where´s my sugar, Twiggy Lee... Temas que mañana sonarán en Cádiz, pero también en Sevilla, en Badajoz, en Guadalajara "y en Berlín", adelanta la cantante llena de fuerza para una gira que adora tanto como a esas enigmáticas y brillantes primeras décadas del siglo XX.