Sam Amidon continúa investigando, revisando y devolviendo antiquísimas baladas tradicionales a los habitantes de este raro siglo XXI. Las trae de vuelta, las vuelven ambientar con nuevos arreglos, pero respetando siempre la raíz, la esencia, como un experto restaurador de obras de arte. Bright Sunny South, su último disco que publicó en mayor de este año, es una nueva apuesta por esta reelaboración de las melodías folk de calado tradicional. Un disco que el joven estadounidense presenta hoy en Cádiz dentro del ciclo Campus Rock, su única cita en Andalucía.

Y es que Sam Amidon estará de gira en este mes de noviembre por España con sólo cinco fechas, cinco paradas, cinco ciudades Madrid, San Sebastián, Barcelona, Valencia y Cádiz, en el Edificio Constitución 1812, vulgo Aulrio La Bomba, a partir de las nueve de esta noche.

Bright Sunny South es una obra que, aunque no tiene nada que ver con la paternidad, fue trabajada por Amidon mientras su mujer estaba embarazada de su primer hijo. En esencia, el de Vermont, aunque residente en Londres, toma los tonos rústicos del cancionero tradicional para reconviertirlos en modernos tratados de riqueza musical orquestada, en postales indies, en lenguaje de pop de cámara o, en resumidas cuentas, en un viaje que viene de generaciones anteriores y continúa en la actual. Herencia, de alguna manera, transmitida también a través de sus padres, los músicos folk Peter y Mary Alice Amidon.

Sam Amidon lleva arando su camino durante la última decena de años, pues fue en 2003 cuando comenzó a transitar por esta senda que lo conecta directamente con el ADN de los grandes del folk contemporáneo. Rebusca en la tradición de los Apalaches y otras zonas montañosas de su país y la revisa con arreglos fracturados, donde cabe desde un pellizco de banjo hasta un Moog distorsionado, mientras su voz calma chorrea emoción. Algunos de sus compactos anteriores son I see The Sign (2010), All IIs Well (2008) y But This Chicken Falsehearted (2007).