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Cultura

Viaje a la pujante India con Óscar Pujol y María Geraldía en Arquitectos

  • El director del Cervantes en Nueva Delhi y la danzarina gaditana deleitaron al nutrido auditorio de la sede colegial

La tierra y el paisaje humano de Ahmedabad, Chandigarh, Delhi y Jaipur se acercaron anoche a la milenaria Cádiz gracias al viaje iniciático que brindó la conferencia de Óscar Pujol en el Colegio de Arquitectos, cuyo salón de actos se desbordó de público. La inauguración del ciclo monográfico que la institución de la Plaza Mina dedica a India atrajo a numerosos viajeros y amantes de las otras culturas porque, como afirmó el primer secretario de la embajada de India en España, el diplomático A. Majid Padar, "Óscar Pujol es el mejor conocedor de nuestro país y, más que español, parece ya nacionalizado indio".

Majid Padar acudió en representación de la embajadora india, Sujata Mehta, que finalmente no pudo acudir a la cita. Tanto él como Ramón Pico, decano del Colegio, glosaron los méritos de Pujol y su pasión por ese subcontinente que nació como Estado independiente de la corona británica en 1947. "Óscar dejó pronto su Tarragona natal para estudiar sánscrito en Benarés, en cuya universidad se licenció y doctoró. Entre 2002 y 2007 dirigió los programas educativos de Casa Asia en Barcelona y desde hace unos meses es el director del Instituto Cervantes en Delhi", apuntó Pico.

El eje central de la conferencia de Pujol fue la posición de relevancia en el nuevo orden mundial que India, el segundo país más poblado del mundo, tendrá en este siglo. "La consultora Goldman Sachs, en su informe de 2003, ha revelado que en 2050 la suma del producto interior bruto de Brasil, Rusia, India y China superaría a las economías de los países del G8. Y es que tanto China como India están recuperando ahora el papel de liderazgo mundial que tuvieron durante dos mil años de historia y que entró en declive a principios del siglo XIX, al quedar fuera de las nuevas reglas del juego determinadas por la Revolución Industrial. Hasta entonces, las dos potencias asiáticas sumaban la mitad de la riqueza mundial", explicó el ponente.

La coincidencia de este despegue indio con un marco democrático y una insuperable diversidad cultural y religiosa, "donde se conservan incluso formas del cristianismo, como el tomismo, que no se dan ya en ninguna otra parte del mundo", fue subrayada por Pujol como otra de las claves de la asombrosa India actual.

El experto insistió también en que las clases medias indias desean cambiar las imágenes que de su cultura han prevalecido hasta ahora en la conciencia occidental. "Quieren mostrarse ante el mundo como un Estado comerciante, opulento y científico, destacando sus progresos en matemáticas. Están cansados de la imagen espiritual que tenemos de ellos y también de la estampa del subdesarrollo, que hemos heredado del siglo XIX y que conduce a menudo a establecer una perversa dicotomía entre religión y progreso", razonó.

Pero si de estereotipos se trata, no son escasos los que tiene que enfrentar Óscar Pujol al frente del Cervantes porque "en Delhi mi cometido no sólo consiste en promover el estudio y enseñanza de la lengua española sino en resolver una tremenda carencia: no se conoce España, no tienen una imagen real de nuestra cultura".

Por eso, continúa, "el Cervantes necesita usar iconos culturales de gran alcance, como el cine de Pedro Almodóvar o de Carlos Saura, que sí se conocen, para mostrar la diversidad cultural de la España democrática. Las elites indias mantienen una visión anticuada de este país, asociada a la Guerra Civil, Lorca, los tricornios y las castañuelas".

El antaño profesor del Master en Asia y Pacífico de la Universidad de Barcelona subrayó, además, la importancia que fenómenos como Bollywood, los grandes estudios cinematográficos del país asiático, tienen "en la consolidación de una cultura autónoma e independiente de los Estados Unidos. Bollywood es un signo de esperanza y de resistencia contra la homogeneización cultural de un mundo globalizado. Es el símbolo de que hay una parte del mundo -porque exportan muchísimas cintas a Asia- que sigue su propia programación cinematográfica y musical, como en los años 70 lo logró el cine europeo".

Una velada para el recuerdo que tuvo su colofón en el baile que la gaditana María Geraldía, experta en danza clásica hindú, ejecutó con enorme sensibilidad ante un público entusiasmado.

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