Hace ya casi dos meses que el comercio Álvarez, de la calle Cobos, cerró sus puertas tras más de sesenta años abierto. José Álvarez, el propietario, regentaba la tienda desde hace más de medio siglo. "Llevo trabajando cincuenta años y la preparación la obtuve en los ratos libres, ahora he tenido que trasladar el establecimiento a la calle Sacramento, y cuento con otras dos tiendas en el centro de la ciudad".

Álvarez explica las razones que le han hecho cambiar la dirección del negocio. "No me iba del todo mal, pero hay que tener en cuenta la coyuntura próxima, y el futuro de los comercios en el casco antiguo de la ciudad no es del todo halagüeño". Analiza la situación de la ciudad y afirma que la construcción del aparcamiento en el centro destrozaría la actividad económica de la zona. "Los dos años de obras van a afectar muy negativamente al ciclo económico de Cádiz, no se puede vender si está el suelo levantado, además, los aparcamientos del Paseo de Canalejas, que hace años estaban siempre ocupados, hoy día no superan el cincuenta por ciento de aforo".

El comerciante explica que la situación de las tiendas de toda la vida en Cádiz es muy negativa. "Se está perdiendo la cultura emprendedora, cada vez son menos los riesgos que se toman, ya no hay empresarios, hay empleados, y así el sector se va a pique". Continúa afirmando que "a la vista están los millones que las administraciones públicas gastan en intentar que los jóvenes creen sus propias empresas".

Álvarez analiza la mala época por la que está pasando el comercio en la ciudad. "Está claro que estamos en un ciclo ecómico negativo y eso hay que tenerlo en cuenta por encima de todo, además, los hábitos de compras de los ciudadanos han cambiado, he tenido que dejar solo ropa en mi nueva tienda porque los muebles y los juguetes se adquieren únicamente en centros comerciales del extrarradio, no ves a nadie por las calles con un artículo de grandes dimensiones, las grandes superficies se lo llevan todo".

Afirma que la mala situación de las ventas no es achacable ni a la venta clandestina porque este año "ha estado muy controlada", ni a la climatología, "porque el tiempo ha sido bueno".

Concluye definiendo como "cachondeable" la situación de las asociaciones comerciales de la ciudad. "Una cosa es que haya pluralidad y otra que cada uno defienda sus intereses sin tener en cuenta los del resto de la ciudad, así no hay unión y no se consigue nada, va a llegar un momento en el que se llegue a hablar de la asociación de comerciantes de los vecinos pares de la calle Sacramento.