Podría ser fácilmente una obra de teatro recreada por actores profesionales sobre uno de los majestuosos castillos gaditanos, donde el humor negro de los autores y el relato trágico de la muestra se mecen juntos.

La exposición de los hermanos Caprile se encuentra en el Castillo de Santa Catalina, donde la magia y la belleza del lugar y las propias obras crean un ambiente de ensoñación capaz de envolver a los más apasionados.

Lorenzo, modisto, y Pasquale, fotógrafo, han cumplido al fin su sueño de compartir un proyecto artístico y aunar su talento para narrar la singular historia de Lucecita Rodríguez, una humilde y virginal huerfanita que es seducida y abocada a un trágico y desgarrador destino.

La muestra se compone de 11 tapices y un gran tríptico final; un conjunto de estampas recargadas, donde un singular grupo de personajes vestidos de época son congelados en dramáticos escenarios.

"La textura de los tapices proviene de Holanda, ya que para imprimir las fotografías y no se perdiesen los colores en la tela, tuvimos que conseguir estas piezas y n las había en España", comenta Lorenzo Caprile. A la teatralidad de cada imagen, los bordados les añaden unas gotas de realismo que inquieta al primer golpe de ojo a base de encajes, lentejuelas y pedrerías. Materiales que han sido aportados por otro colaborador de la muestra, Hugo di Perla. Una exposición que, según Pasquale Caprile, "podría ser itinerante y deambular por España e incluso por el extranjero. Aunque las metas pueden ser mucho más altas, ya que la idea podría aspirar a la representación teatral de la muestra, con el vestuario y el atrezzo utilizado para las propias fotografías".

A lo que añade Lorenzo Caprile: " La siguiente exposición ya la hemos planteado. Podría ser sobre terror, dedicada a los más frikis, con vampiros y esos personajes que caracterizan al género".

Fotos bordadas permanecerá en la capital gaditana hasta el próximo 31 de marzo, pudiendo ser visitada de lunes a domingo de 11.00 a 20.00 horas en el castillo de Santa Catalina.