"Mi problema ha sido siempre que no entendía la vida -comenta, nada más comenzar, Clara Sánchez-, y escribo precisamente para tratar de comprenderla. Necesito armas y claves para interpretarla día a día".

"Cuando pienso en nuestro entorno y en nuestra vida, llego a la conclusión de que se nos escapa de las manos, de que no controlamos nada". Este temor inspiró de lleno su última novela, Presentimientos, en la que el mundo onírico y el real se mezclan a través de las sensaciones de Julia, la protagonista, que está en coma.

Clara Sánchez declara sentir fascinación por "el ahora que se sucede tan deprisa, con elementos propios de ciencia-ficción... algo que se nota especialmente en las ciudades". Las grandes urbes imprimen, afirma la autora, una forma especial de relacionarse: "La gente desaparece de tu vida más fácilmente. El sentimiento de pérdida es permanente, y es precisamente de eso de lo que me gusta escribir".

Primera autora en obtener el Alfaguara de Novela -Últimas noticias del Paraíso (2000)-, Clara Sánchez confesó "no haber pensado nunca" en el entramado de los premios, quizá porque jamás creyó "que pudiera vivir de escribir, sino que trabajaba para poder escribir. Escribía porque me acompañaba, porque me ayudaba a evadirme, y lo hacía poco a poco, sin grandes esperanzas". Declara no entender a aquellos que defenestran ciertos premios "cuando la verdad es que a nadie le amarga un dulce y luego, cuando son galardonados, se callan todo lo que habían criticado".

Clara Sánchez, colaboradora habitual en los programas de cine de José Luis Garci, ha visto convertirse en guiones tanto a Últimas noticias del Paraíso como a Un millón de luces. Un proceso del que el escritor "debería permanecer al margen".