No sabemos si al cine chino le afectará todo el jaleo que se está montando con la antorcha olímpica, pero por el momento ahí sigue, convertido en uno de los más pujantes de Asia, intentando desarrollarse en medio de la esquizofrenia del régimen de Beijing. Naturaleza muerta, que se presenta esta tarde en Campus Cinema Alcances, es buena prueba de ello. La dirige uno de los grandes valores del cine del antiguo celeste imperio, Jia Zhang Ke. Es su quinta película, y la primera que ha tenido acceso al mercado mundial. Su victoria en el Festival de Venecia 2006 ayudó a ello, aunque curiosamente entró en competición en el último momento.

Naturaleza muerta habla de un tema que obsesiona a los cineastas de China, como son las consecuencias del megalómano proyecto de la presa de las Tres Gargantas. Una inmensa obra de ingeniería, que se supone culminará en 2009 tras 17 años de construcción, y que ha supuesto el desplazamiento de más de un millón de personas y la desaparición de localidades, que están siendo sepultadas por las aguas. Gentes que llevaban generaciones viviendo allí han tenido que irse. De algunos de estos trata el film. En una ciudad, Fengjie, ya sumergida, llegan algunos antiguos habitantes dispuestos a reencontrarse con su pasado. Como un minero que se topa con su ex mujer y deciden volver a casarse. O una enfermera que vuelve a ver a su marido, del que lleva dos años alejada, y tras el encuentro decide divorciarse.