Crítica de Música

Brouwer desnuda la Orquesta de Córdoba

La Orquesta de Córdoba, dirigida por Leo Brouwer, la noche del jueves en el Palacio de Congresos de Cádiz.

La Orquesta de Córdoba, dirigida por Leo Brouwer, la noche del jueves en el Palacio de Congresos de Cádiz. / jesús marín

Dando saltitos por el escenario, hablando con los músicos y empatizando con el público, al que no dejó de dirigirse amablemente en todo momento, Leo Brouwer, uno de los músicos más importantes del mundo hispano del siglo XX, condujo a la Orquesta de Córdoba en un impactante concierto de inauguración del XV Festival de Música Española de Cádiz.

Fue el mismo programa que, en el Gran Teatro de Córdoba, el pasado 29 de octubre, sirvió para la celebración del 25 aniversario de la Orquesta.

El programa resultó muy interesante y demostró la buena salud de esta orquesta

Brouwer ha querido acercar su orquesta al público, y para ello fue desnudándola, sección por sección, de tal manera que interpretó una pieza solo con la sección de madera, otra solo con la de metales y otras para orquesta completa y guitarra eléctrica. Todo ello bajo la sugestión, exclusiva, de creaciones musicales del siglo XX.

La verdad es que el programa resultó muy interesante, y nos permitió comprobar la buena salud que goza en estos momentos esta gran orquesta andaluza (impresionantes los finales con que consigue perfeccionar Brouwer cada pieza que dirige).

Una contundente Fanfarriapara el hombre común de Aaron Copland abrió el concierto, no por casualidad, sino por la razón de que fue la obra con la que se estrenó la Orquesta de Córdoba hace ya 25 años. La siguiente obra fue un poema sonoro de Henrique de Curitiva, músico brasileño de origen polaco. Una delicia escuchar a la sección de cuerda de la Orquesta de Córdoba interpretar la obra más conocida de este autor.

De Silvestre Revueltas, mexicano comprometido políticamente con el partido comunista de México, y amigo personal de Aaron Copland, Brouwer escogió el Homenaje a García Lorca, compuesto al poco de ser asesinado el poeta andaluz en 1936.

Siguió una obra del propio Brower, Las ciudades invisibles, una creación reciente (de 2008), que mantiene su línea de atonalismo, pero que el pasado jueves tuvo el aliciente de estar dirigida por su compositor.

Pero lo mejor de la noche, en mi opinión, llegó con el Danzón nº2 del mexicano Arturo Márquez, que la Orquesta de Córdoba bordó con su interpretación.

No se quedó atrás el esperado Adiós Nonino del argentino Astor Piazzolla. Toda una curiosidad y sin duda una oportunidad excepcional la que tuvimos, de poder escuchar la versión orquestada por Leo Brouwer de esta famosa pieza, quien dijo, dirigiéndose al público que "la orquestación es así y no de otra manera".

Tras estas dos geniales interpretaciones, el concierto llegó a su recta final, con las Beatlerianas, para guitarra y cuerdas, una obra del propio Leo Brouwer, sobre 7 canciones del mítico grupo del siglo XX The Beatles.

Había expectación por escuchar esta especie de suite en siete partes, y creo no equivocarme si digo que hubo división de opiniones, en cuanto al resultado. A la guitarra eléctrica el guitarrista Pablo Salinas.

En mi opinión, para un concierto tan denso como el que Brouwer programó, quizá resultara un poco excesivo acabar con tantas melodías de The Beatles. En cualquiera de los casos, las canciones versionadas con variaciones de Brouwer, tienen en común que son de las más melódicas del famosísimo grupo de Liverpool: Eleanor Rigby; Yesterday; She´s leaving home; Got to get You into my life; Here, there and everywhere y Penny Lane son canciones en las que el encaje de una guitarra eléctrica solista genera diversidad de opiniones. Quizá Ticket to ride se adecuara más al formato. Todo ello, dicho, sin quitar mérito al virtuosismo de Pablo Salinas, que utilizó todos los recursos de la técnica de la guitarra eléctrica, desde el clásico bend al tapping, pasando por ligados y speed picking, con púa y con dedos. Además de la frenética actividad que mantuvo con la pedalera para conseguir los efectos requeridos por cada pasaje de los arreglos de Brouwer.

Un excelente concierto de inauguración del FEMC, que este año es la niña bonita de Cádiz. Lo digo por lo de los quince años, evidentemente.

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