Cultura

La Bienal busca la reinvención de la mano de un viejo conocido

  • El Ayuntamiento elige a José Luis Ortiz Nuevo, que fue responsable del encuentro durante 15 años, como director de la próxima edición, la número 20 de la cita

José Luis Ortiz Nuevo regresa a la Bienal de Flamenco, una iniciativa de la que fue uno de los fundadores.

José Luis Ortiz Nuevo regresa a la Bienal de Flamenco, una iniciativa de la que fue uno de los fundadores. / juan carlos muñoz

El Ayuntamiento de Sevilla ha recurrido a un viejo conocido para dirigir la próxima Bienal de Flamenco: José Luis Ortiz Nuevo (Archidona, 1948), uno de los fundadores de la cita, de la que fue responsable durante 15 años, volverá a tomar los mandos de este encuentro.

Ya parecía que el asunto de la Bienal iba a quedarse empantanado hasta septiembre y todo apuntaba a que se mantendría a un director, Cristóbal Ortega, con el que era evidente la falta de sintonía. Pero no: ayer se supo que el "cambio de modelo" prometido hace unas semanas en el Pleno municipal por el delegado de Cultura Antonio Muñoz pasa por regresar a los orígenes y contar con la experiencia del autor de Las mil y una historias de Pericón de Cádiz. Volver atrás para tomar impulso, tal como defienden en el Ayuntamiento, donde creen al elegido el hombre idóneo para "pilotar" el "nuevo diseño" de la propuesta.

El "cambio de modelo" prometido pasa por renovar al director en cada ediciónLa duda es si el sucesor de Ortega mantendrá la programación que ya estaba cerrada

Desde el Consistorio, hicieron hincapié en el carácter simbólico de la elección, ya que en 2018 será la edición número 20 de la Bienal y Ortiz Nuevo se antoja una suerte de fin de ciclo para celebrar lo hecho hasta ahora y, al mismo tiempo, empezar de nuevo, como si el elegido encarnara la filosofía de un festival que custodia las esencias y mira asimismo hacia el futuro.

El flamencólogo y nuevo coordinador se encargará únicamente de la próxima convocatoria, ya que el modelo de gestión pasaría por el nombramiento de un responsable distinto cada año. Según ha podido saber este periódico, este detalle de la fugacidad del contrato ha echado para atrás a algunos profesionales con los que el Ayuntamiento se había puesto en contacto para ofrecerles el cargo y que sonaban en las apuestas junto a Ortiz Nuevo.

Otro obstáculo que asomaba en el camino era que el candidato escogido llegaría a su puesto con parte de la programación ya cerrada por parte de Cristóbal Ortega. La duda que surge ahora es qué ha pactado Ortiz Nuevo para su incorporación: cuando falta poco más de un año -menos de 14 meses- para el comienzo de una nueva Bienal, no parece tener mucho margen de maniobra.

Estas limitaciones llevaban a presuponer que, para la próxima Bienal, el Ayuntamiento acabaría optando por un candidato de perfil medio que resolviera la papeleta. No ha sido así. A su favor, Ortiz Nuevo cuenta con el prestigio de ser uno de los mayores especialistas del ámbito jondo, un erudito con una extensa bibliografía -uno de sus últimos trabajos fue Coraje, una biografía del maestro Otero- que además ha llevado su saber hasta los escenarios -ha sido actor en muchos de sus espectáculos- y que por sus décadas consagrado a la materia conoce bien a los agentes implicados en el flamenco, lo que generará estimulantes sinergias. Sin ir más lejos, con Pedro G. Romero, que hará el concepto gráfico de la Bienal, el investigador ha colaborado en diferentes proyectos; en foros como la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) es habitual su presencia, lo que promete un apartado formativo apasionante en esta nueva etapa.

En su contra, pesa en la trayectoria de Ortiz Nuevo su precipitada marcha de la Bienal Málaga en Flamenco, que dejó de celebrarse por el agujero económico que generaba, un precedente por el que el Ayuntamiento deberá vigilar la gestión del especialista.

Más cuando uno de los detonantes que ha propiciado la marcha de Cristóbal Ortega, director de la Bienal desde 2013, ha sido que Participa Sevilla denunciara "la falsedad" en los números presentados de la anterior edición. "Presumieron de unas cuentas perfectas cuando aún no estaban hechas", lamenta Susana Serrano al respecto.

La concejala ha tenido desde entonces numerosas reuniones con Antonio Muñoz, en las que desde Participa exponían "lo que nos formulaba la gente del flamenco" y en las que se puso el nombre de Ortiz Nuevo sobre la mesa. La formación apoya una de las medidas en que se sustenta el nuevo modelo de la Bienal, una convocatoria que renovaría al responsable de la cita en cada edición. Una línea con la que se muestran críticos algunos expertos consultados, que creen que no se puede construir una Bienal fuerte con un equipo en constante cambio. "Es un modo de traer aires nuevos, de englobar diferentes sensibilidades, de quitar vicios de quienes llevan demasiado tiempo en el cargo", defiende Serrano, para quien la destitución de Ortega "no es nada personal. Pensábamos que la próxima Bienal era especial por ser la número 20 y no podía seguir una dirección que estaba haciendo aguas".

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