El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, admitió ayer en Asunción que la situación en Paraguay no es grave pero sí delicada y que con su presencia hará lo posible para que la crisis quede superada.
"Algunas consecuencias las tenemos más claras ahora", dijo Insulza. Indicó que recabó muchos antecedentes de la crisis paraguaya en las entrevistas que mantuvo con el presidente Federico Franco y el ex presidente Fernando Lugo.
Interrogado sobre si la situación en Paraguay es grave, respondió: "no diría grave, pero delicada, por lo menos...".
Insulza se reunió con Franco en el palacio de Gobierno y en su hotel con Lugo. Tenía previsto entrevistarse también con las autoridades del Congreso, el Poder Judicial, el Tribunal Electoral, titulares de los partidos políticos y de movimientos sociales y ONG.
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