Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Cultura

"Cuando pienso en Penélope Cruz se me acelera el corazón"

  • El director Stephen Frears presenta en Sevilla su nuevo trabajo, 'Tamara Drewe', adaptación de una célebre novela gráfica inglesa con la que lanza una agridulce mirada a las clases medias de su país.

El británico Stephen Frears protagonizó ayer la jornada inaugural del Festival de cine europeo de Sevilla y, previamente a la entrega del Premio de Honor Internacional del certamen, atendió a los medios en una maratoniana serie de entrevistas que afrontó con su flema inglesa e ingentes tazas de té. El director de obras excelentes como Las amistades peligrosas y Los timadores, pero también de títulos prescindibles como The Hi-Lo Country -con Penélope Cruz en uno de sus primeros papeles hollywoodienses-, estrenó ayer en Sevilla Tamara Drewe, un relato sobre dilemas de pareja y enredos hormonales rodado en Dorset, un hermoso pueblo inglés.

Esta comedia está basada en la popular novela gráfica de Posy Simmond pero a Frears no le perturban las relaciones entre el cómic y el cine. "Sólo he leído dos novelas gráficas en mi vida, ésta y la de Spiegelsman [Maus]. No soy un experto mundial en el tema", explica, antes de añadir que "lo que más me interesó de Posy fue su inteligencia y la calidad de su ingenio. Mi película habla de las peligrosas relaciones entre hombres y mujeres en la campiña inglesa y mucha gente la ha comparado con las novelas de Jane Austen, aunque en sus historias los protagonistas no se acostaban juntos". Con todo, añade, "lo que hace Posy Simmond es muy parecido a mi método de trabajo por lo que no me sorprende que muchas películas se basen en novelas gráficas. El cine trata de darle sentido a la sociedad y a las relaciones. Y la gente se porta mal en todas las épocas", sostiene antes de justificar ese tono entre la comedia y la tragedia con que narra la conmoción que provoca el regreso de una joven periodista a su localidad natal.

Exponente de la generación de cineastas británicos que debutaron en los años 70, a Frears no parece gustarle que se recuerde su vínculo con aquellos otros young angry men llamados Ken Loach o Mike Leigh. "Todos hemos sentido las mismas experiencias, hemos atravesado el final de la Segunda Guerra Mundial, los años 60, la señora Thatcher... y tienes un cuerpo de conocimiento que es enorme. Nada más".

Frears sigue trabajando entre Europa y Estados Unidos, país donde la crítica considera que ha filmado varias de sus mejores películas. Cuando se le pregunta dónde encuentra más satisfacciones, se lo piensa. "Prefiero estar en casa, si he de ser sincero. Pero Estados Unidos es una nación muy interesante. Me parece un país loco en el que el puritanismo desempeña un papel muy importante. No me atrevería a analizar su situación pero lo que se descubre de cuantos celebran el Tea Party es que creen que George W. Bush era demasiado de izquierdas".

Sobre lo que no ha reflexionado todavía es acerca de la nueva era que marca la llegada al poder del conservador David Cameron. "Para analizar los cambios en Inglaterra hacen falta varios años. Tardamos cinco o seis años en rodar la primera película sobre Tony Blair", detalla el realizador de The Queen, que asegura que, todavía, "la familia real británica no le ha telefoneado para protestar" por el retrato que realiza de Isabel II.

Director de grandes actrices como Helen Mirren, Anjelica Huston o Michelle Pfeiffer, Frears no escatima los elogios para la oscarizada  española a la que dirigió en 1998. "Cuando pienso en Penélope Cruz se me acelera el corazón. Y ahora encima ya habla inglés".

El cineasta resalta que en su nueva película los personajes son "de la clase media" y cuestiona la fascinación que ejercen sobre los directores británicos las clases altas y las proletarias, a las que él se acercó en su primer gran éxito, Mi hermosa lavandería (1985). "Todos los cineastas ingleses somos de clase media y de alguna manera nos parecen más exóticas las clases altas y las trabajadoras, aunque éstas últimas prácticamente han desaparecido, al igual que el mundo en el que yo me crié", declara sin nostalgia el autor de Alta fidelidad.

Frears se siente "muy contento" en Sevilla y cree que "lo estupendo" de su festival "es precisamente que sea de cine europeo. Están ocurriendo muchas cosas en el mundo y gran parte del cine americano le da la espalda. Por eso, para contar la vida real, tenemos que seguir haciendo cine europeo y tiene que ser tan bueno como el americano", declara este realizador que también enseña cine, "lo que me permite volver una y otra vez a los fundamentos y a las cintas que merece la pena revisitar. No hay muchas inglesas, la verdad. Por suerte, están Renoir y Marcel Pagnol".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios