Steam of life. Directores: Joonas Berghäll, Mika Hotakainen. País: Finlandia, Suecia. Año: 2010. Duración: 81 min.

Berghäll y Hotakainen dedican su documental Steam of life a los hombres finlandeses. Y, en cierta medida, esta película pretende responder y desbaratar algunos lugares comunes de la violencia de género: aquí los hombres, incluso los que beben bastante -el frío finés, ya se sabe- y tienen el físico curtido por heridas temporales, también lloran y cuentan sus historias de violencia, desamor, separación y ausencia; ellos son las víctimas.

En la cultura nórdica las saunas tienen algo de confesionario, y por muchas de ellas, de las lujosas a las improvisadas, pasean la cámara los realizadores, ante hombres desnudos o ligeramente cubiertos, muy convencidos de querer destapar su interioridad entre tragos. Mientras lo hacen, Norte obliga, los filman en ese estilo Ikea que decanta las reconocibles maneras de Kaurismäki o Andersson -de quien toman prestada la idea de la canción colectiva final, a lo Songs from the second floor-, en planos quirúrgicos y distantes, provocando en el espectador una miscelánea de sentimientos tragicómicos que casa mal con la dimensión humana a la que se aspira. Al final, Steam of life tiene algo intolerable, deja el regusto del filme turístico.