El Parlamento catalán aprobó ayer, con los votos de Junts pel Sí (JxSí), Catalunya Sí Que Es Pot y la CUP, trasladar a instancias internacionales una "queja formal" por la causas judiciales contra cargos soberanistas y censuró "la escalada de amenazas" del Estado contra "un referéndum efectivo".

Así figura en una moción votada en el Parlament sobre la libertad de expresión de los cargos electos y la separación de poderes, que también contó con el apoyo del diputado no adscrito Germà Gordó, instalado en las últimas filas del hemiciclo tras haber abandonado JxSí, mientras que Ciudadanos, PSC y PPC se opusieron.

El texto alude a las causas abiertas contra la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, y los miembros de la Mesa Lluís Corominas, Anna Simó, Ramona Barrufet (JxSí) y Joan Josep Nuet (Catalunya Sí Que Es Pot).

La moción insta al Govern a trasladar una "queja formal" por los procesamientos judiciales a raíz del proceso soberanista ante el Consejo de Europa, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el Comité de Derechos Humanos, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, el comisario de Justicia de la Unión Europea y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, pidió a los soberanistas que no busquen la "inmunidad" a través de mociones "vergonzosas" ni abonen la "falacia" de decir que España no es un Estado democrático.

El diputado del PSC Ferran Pedret argumentó que no se puede decir que se "oprime" a nacionalistas o independentistas por sus ideologías cuando se debate "cada día" sobre estos asuntos.