El proceso judicial abierto por el derrumbe de varios bloques de viviendas en el popular barrio barcelonés del Carmel en enero de 2005, con motivo de las obras de un túnel del Metro, puede quedar archivado en breve. Así lo pidió ayer el fiscal, tras la retirada de las acusaciones particulares y pese a que considera que los hechos pueden ser constitutivos de delito por imprudencia.

La Fiscalía solicitó el lunes al Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona el sobreseimiento libre de las diligencias abiertas para investigar los daños que sufrieron los vecinos afectados por el hundimiento de un túnel del Metro. Tal y como informó ayer el Ministerio Público, la Fiscalía explicó que, ante la retirada de las acusaciones particulares, debe pedir el archivo libre de las actuaciones contra los cinco imputados, pese a que los hechos que supuestamente cometieron "pudieran revestir el carácter de delito de daños imprudentes".

La decisión llega después de que vecinos y comerciantes renunciaran en marzo a seguir con las acciones civiles y penales por la vía judicial porque fueron indemnizados por la administración, con lo que se retiraron las cinco acusaciones particulares presentadas en el caso.

El Ministerio Público recordó que, según el artículo 267 del Código Penal, que regula los delitos de daños imprudentes, esas infracciones sólo son perseguibles a raíz de una denuncia previa de las personas afectadas o su representante legal.

Al respecto de la petición del fiscal, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, consideró "coherente" la decisión y añadió que lo que hay que hacer ahora es "mirar adelante", ya que "hay mucho trabajo por hacer". El primer edil consideró que hay que "abrir con fuerza una nueva etapa" para desarrollar el planeamiento del Carmel y de las inversiones de las diversas actuaciones requeridas para conseguir un barrio "nuevo, con futuro, con espacios públicos y viviendas de calidad".