Ayer quedó inaugurada en la calle Luna el Mercado del Libro, que estará abierto en el tramo peatonal hasta el próximo domingo. Se trata de una convocatoria más modesta que en otras ocasiones, en la que participan tres librerías, que encontraron sin embargo que la afluencia de público a lo largo de la mañana fue mayor de lo esperada, debido a la coincidencia con el puente del Primero de Mayo y Día de la Comunidad de Madrid, tal como admiten los libreros, que repartieron decenas de claveles entre los clientes.

Aunque faltan algunas, en esta convocatoria cultural están representadas tres librerías veteranas de El Puerto, Ferla, Zorba y Elma. Esta última se traspasa precisamente la semana próxima a otros libreros.

Como es habitual, con motivo de los actos celebrados por el Día Internacional del Libro, el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los profesionales una carpa para resguardar la mercancía, así como vigilancia durante las horas en que la Feria del Libro está cerrada al público. A cambio, los libreros se comprometen a aplicar un 10% de descuento sobre los títulos a la venta, en general ediciones de calidad.

Tal como afirma la propietaria de la librería Ferla, María Fernández pese a las facilidades que ofrece el Consistorio "el venir aquí nos supone un esfuerzo", ya que deben cumplir unos horarios en estos días festivos. Durante la jornada de hoy el mercadillo estará abierto de 10.00 a 14.00 y de 17.00 horas en adelante, y el fin de semana de 10.00 a 14.00 horas.

En cuanto a las preferencias de los lectores, los títulos con mayor promoción publicitaria, los clásicos 'best seller', están teniendo las mayores ventas. Es el caso de El juego del Ángel, del escritor Carlos Ruiz Zafón, o la novela-efemérides Un día de cólera de Pérez Reverte, en edición especial para recordar el 200 aniversario del Dos de Mayo en Madrid, que se conmemora hoy.

Tampoco faltan los niños entre los lectores que frecuentan este modesto mercadillo, la literatura infantil está teniendo aceptación. Y ello pese a que no se han organizado cuentacuentos, talleres de lectura ni los pasacalles que en otras ediciones animaban a los pequeños.

En cuanto al estado de la literatura, María Fernández está convencida de que la crisis no ha llegado al mercado editorial, "todo el mundo dice que no se lee, pero somos uno de los países donde más de edita", aunque hay opiniones como la de David Mulero, quien sostiene que "la situación del libro está mal, hay más lectores pero compran menos libros". De hecho algunas papelerías han tenido que cerrar, y quienes mantienen el negocio han diversificado y se dedican a la venta de periódicos, revistas, material escolar y otros productos, además del libro clásico. En lo que hay coincidencia es en que las nuevas tecnologías no han desplazado al libro impreso: "Internet no se nota por ahora, la gente sigue prefiriendo el papel, el libro de editorial", concluye María Fernández.