La temporada primavera-verano está a punto de concluir para los comerciantes con unos resultados negativos que arrojan un descenso en las ventas de un 5% con respecto al año anterior. Sin embargo, la facturación registrada en el periodo correspondiente a las rebajas se ha visto incrementada entre un 10% y un 15%. Estos son los resultados estimados por la Confederación Española de Comercio (CEC), sobre los que el secretario general de la misma, Miguel Ángel Fraile, opina que un 50% se debe a "motivaciones estrictamente psicológicas" generadas por los mensajes de desconfianza lanzados sobre la economía", y el restante 50% podría estar relacionado con una "pérdida real de poder adquisitivo".

En cuanto al aumento de las ventas durante las rebajas, Fraile señaló que este periodo "ha sido distinto al de 2007", ya que se ha producido en un contexto de desaceleración del consumo. Además, apuntó que "se ha vendido más porque había un 20% más de género y descuentos importantes". Aun así, esta mejora no lleva aparejada un reflejo positivo en los resultados de la temporada, por lo que "no se salvará" el cómputo final de las ventas generadas entre los meses de marzo y agosto del presente año.

Por otra parte, siguiendo con la misma tónica de predicciones, la Confederación Española de Comercio hizo ayer cálculos de la próxima temporada de otoño-invierno. Sobre la misma, la asociación augura que será "difícil, complicada y de ajuste", aunque destaca que el sector comercial "está cumpliendo su función y lo está haciendo muy bien", ya que está consiguiendo reducir sus márgenes.

Con todo, a pesar de la caída producida en las ventas y las malas predicciones para las temporadas venideras, Miguel Ángel Fraile afirmó también ayer que "el pequeño comercio aguanta más que la gran distribución", haciendo referencia a los últimos despidos que se están produciendo en las grandes empresas. Con estas palabras, descartó que este año se vayan a llevar a cabo despidos o cierre de establecimientos pese a los resultados.