Más de 1.800 empresarios y representantes de la sociedad civil llegados de toda España se reunieron este jueves en Madrid para volver a exigir, un año más –y van siete–, al Gobierno que acelere el ritmo de inversión y ejecución del Corredor Mediterráneo, pero esa ocasión era distinta y a su recurrente reivindicación se unió el rechazo a los pactos políticos que propiciaban en ese mismo momento la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Desde hace meses, el 16 de noviembre estaba marcado en las agendas de centenares de empresarios como el día en el que se celebraría en 2023 el Acto Empresarial por el Corredor Mediterráneo y el segundo chequeo semestral del avance de la ejecución del proyecto. La larga negociación entre el PSOE y los otros siete grupos políticos provocó que el debate de investidura se celebrase el mismo día.

Los colectivos empresariales españoles se han pronunciado de forma unánime y contundente contra el contenido de los pactos políticos que ha permitido reelegir a Sánchez como primer ministro del Reino de España. Y en un acto reivindicativo como éste, en el que se defiende que la sociedad civil ha de jugar un papel en los asuntos de interés general, Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarioz (AVE), promotora del movimiento #QuieroCorredor, no dejó pasar la ocasión de pronunciarse contra unos pactos que, dijo, “llevan a una deriva destructiva y de división”.

Boluda, que recordó que se sumaban a los pronunciamientos que habían hecho la patronal CEOE y el Instituto de la Empresa Familiar, definió el momento actual como “determinante para el futuro de España” y rechazó que el PSOE haya pactado el Gobierno con partidos "que quieren acabar con España o rechazan pertenecer a nuestro país".

El presidente de los empresarios valencianos argumentó a renglón seguido este rechazo a los pactos de investidura en que “atentan contra los pilares básicos” del “modelo de estado de derecho, contra la igualdad de todos los españoles ante la ley y contra el respeto a la división de poderes".

Boluda, incluso, se permitió sumarse a las propuestas que han pedido que el contenido de esos pactos, que incluye una amnistía de máximos para los encausados en procesos judiciales por los delitos cometidos durante el procès, que se convocase una consulta a la sociedad civil que los avale o los rechace.

La intervención de Boluda provocó una atronadora ovación del auditorio, mayoritariamente ocupado por empresarios, pero en el que también había varios presidentes autonómicos y el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, David Lucas. Precisamente, cuando el acto ya estaba reconducido al asunto del corredor ferroviario, al inicio de la entrevista al miembro del Gobierno éste fue pitado cuando comunicó al auditorio que Pedro Sánchez ya había sido elegido en el Congreso presidente de nuevo, con los votos de 179 diputados, esto es, por mayoría absoluta.

Previamente, el presidente de Mercadona, Juan Roig, uno de los empresarios más activos en la reivindicación del Corredor Mediterráneo y también más atacado desde los grupos que sostienen al Gobierno, había hecho un pronunciamiento público expresando su preocupación por la división social que están creando estos pactos, que dijo, “no es nada bueno ni para la economía ni para España”.

Roig reclamó a los representantes políticos "tranquilidad, un ritmo a seguir y, sobre todo, que no nos pongan palos en las ruedas".

Porque, como recordó, está habiendo desde el ámbito político frecuentes ataques al empresariado. “Los empresarios y los trabajadores son los que generan riqueza y puestos de trabajo", y le preocupa que "últimamente lo que estamos viendo es un enfrentamiento" político que, sostuvo, "genera enfrentamiento entre los españoles".

"Si nos enfrentan a los españoles, a todo el mundo nos va a ir peor", concluyó el presidente de una de las mayores empresas de España, quien alertó además de que puede tener consecuencias para la inversión extranjera en España. Al respecto, dijo: “Si este mismo problema que tenemos en España lo tuviéramos en Portugal, en donde Mercadona está en plena expansión, ralentizaríamos las inversiones, y eso no puede ser”.

“Necesitamos un marco de estabilidad para todo el país”, reclamó Roig, quien también se lamentó que la ejecución del Corredor del Mediterráneo "va más lento que el caballo del malo".